El cine es un arte donde las emociones tienen un gran protagonismo. Compartimos una selección de películas que te ayudarán a profundizar en el océano de la inteligencia emocional y las habilidades sociales.
1. El Discurso del Rey: Miedo escénico
Cuando su padre muere y su hermano abdica, el príncipe Alberto se convierte en el rey Jorge VI. No obstante, el nuevo monarca padece de un molesto problema: su tartamudeo le ha llevado a desarrollar una terrible fobia a hablar en público. Mediante sus visitas al logopeda, comienza a prepararse para una de los discursos más trascendentales para su nación: la declaración de guerra a Alemania nazi ante una gran multitud.
El Discurso del Rey es una película que nos muestra los secretos más relevantes a la hora de hablar en público, como por ejemplo la síntesis del mensaje, la práctica, el ejercicio de visualización, etc.
2. Hitch: Autoconfianza
Will Smith interpreta a un coach de seducción especializado en conseguir que hombres de éxito profesional pero con problemas para conseguir pareja logren encontrar a su media naranja. Un largometraje con una moraleja final bastante adecuada: la mejor habilidad es la confianza para ser uno mismo.
3. Jerry Maguire: Amistad
Esta película ofrece una visión muy completa sobre el marketing aplicado a un pequeño negocio. Jerry (que es interpretado por un jovencísimo Tom Cruise) es un representante deportivo que por una riña un tanto absurda termina perdiendo todos sus clientes… y se queda sin prácticamente nada.
A partir de ese momento, la vida de Jerry cambia, y de qué manera. Emprenderá un duro camino para volver a tener un buen prestigio profesional, teniendo que luchar contra un sinfín de adversidades, gracias a su capacidad para atraer y comunicarse con las personas de su entorno. Si quieres aprender a comunicarte de una forma más empática y mejorar tus habilidades sociales, Jerry Maguire es una película que deberías ver cuanto antes.
4. El método: Argumentación y discurso
En un contexto de crisis económica, un grupo de altos ejecutivos se presentan en una oficina para conseguir un puesto de directivo en una gran multinacional.
En la sala se palpa la tensión y los nervios. Al poco tiempo se dan cuenta de que los han encerrado, y a partir de ahí deberán realizar varias pruebas colectivas eliminatorias, centradas en la argumentación por parte de los participantes.
Una película que presenta de forma cruel la argumentación y la competencia salvaje mediante la dinámica de grupos. Una muestra de que las habilidades sociales son un arma de doble filo y que no siempre son utilizadas para bien.
https://youtu.be/2TwoJeuKAdk
5. Wall-E: Comunicación no verbal
Wall-E se estrenó en 2008 producto de la factoría de animación Disney-Pixar. En la película, ambientada en un futuro apocalíptico, un robot de limpieza sigue activo en la Tierra después de que el planeta fuera abandonado por el exceso de basura.
Cuando se encuentra con EVE, una robot de última generación que ha sido enviada a la Tierra para buscar señales de vida, se enamora de ella y la sigue al interior de una gran nave espacial donde sobreviven los restos de la humanidad.
La película esconde muchísimas moralejas: desde los peligros de depender en exceso de automatización tecnológica al problema del consumismo y la gestión de residuos. Sin embargo, uno de sus principales intereses reside en que la comunicación entre los robots protagonistas se realiza únicamente e mediante el lenguaje corporal y la emisión de sonidos robóticos. Wall-E te ayudará a profundizar en la comunicación no verbal a través de las microexpresiones de sus protagonistas y los gestos que utilizan para comunicarse entre ellos.
6. Una mente maravillosa: Autosuperación
Una Mente Maravillosa es una película dramática estadounidense del año 2001. La película narra los primeros años de vida de un joven genio de las matemáticas llamado John Nash (Rossell Crowe), quien comienza a desarrollar una esquizofrenia de tipo paranoide y a sufrir delirios, lo cual trae problemas a su entorno social. Contra el consejo del Dr. Rosen, Nash decide no volver a tomarse la medicación, creyendo que él puede hacer frente a los síntomas de otra manera. Finalmente, y gracias a su esfuerzo, gana el Premio Nobel.
La película muestra de forma magistral como uno puede autosuperarse en las condiciones personales más adversas, un verdadero viaje por la vertiente más introspectiva de la inteligencia emocional.
7. The Shawshank Redemption: Esperanza
Una película única e inolvidable: Tim Robbins y Morgan Freeman son dos presos en una cárcel estatal. A pesar de que Andy (Robbins) es inocente, ve como su futuro se reduce a malvivir en una prisión controlada por corruptos.
Con la ayuda de otro reo, Red (Freeman), compartirán momentos de compañía en esas terribles condiciones de vida. Por suerte, el optimismo de Andy le permitirá ingeniar una forma de escapar del infierno, a base de una increíble dosis de esperanza y de ganas de vivir.
8. Cómo entrenar a tu dragón: Complementariedad
En un pueblo vikingo, un adolescente conseguirá formar una relación de amistad con una de las criaturas que suponen un mayor peligro para los suyos: un dragón. Ambos personajes se complementan explorando sus fortalezas de forma recíproca. Una de las mejores películas para enseñar inteligencia emocional a niños y niñas.
9. Birdman: Crecimiento personal
Una gran película que trata del egoísmo, de la búsqueda de la autorrealización, del crecimiento personal.
El protagonista es incapaz de expresar sus emociones, incluso se podría decir que no entiende la diferencia entre amor y admiración. Pero la principal característica de esta película es que el protagonista tiene un diálogo interno totalmente destructivo (que en la película se ve físicamente). ¿Es la voz de su cabeza (Birdman) la que vuelve loco al protagonista o es él quien no sabe distinguir la realidad de la ficción? Te animo a que saques tus propias conclusiones.
10. Up: Resilienicia
También otra grandísima película de animación que te hará tener 10 emociones distintas en los primeros 5 minutos de metraje. Aborda distintas habilidades emocionales:
Empatía: el anciano no empatiza con el niño ni el niño con el anciano.
Resiliencia: volver a levantarse tras un fracaso, una caída, un revés de la vida.
Constancia y persistencia: el anciano quiere conseguir su sueño de llegar a las cataratas paraíso, cueste lo que cueste.
Pero sobre todo es una película que hay que disfrutar, así que tanto si la has visto como si no, te animo a que vuelvas a verla con los ojos de un amante de las emociones.
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