Desde hace un tiempo, los argentinos y más puntualmente los porteños, estamos sometidos a un clima de tensión política constante, una especie de fiesta swinger de la violencia donde todos nos peleamos con todos y ya no sabemos los motivos.
Sin hacer un análisis desde una perspectiva política que no es mi área de conocimiento ni es el espacio apropiado, creo que esta realidad nos deja algunas lecciones que los emprendedores podemos rescatar y tenerlas presentes.
Por lo pronto podemos comenzar por asumir que la realidad que vivimos no se trata de un estado de violencia espontáneo sino que responde a un estilo de conducción, un modus operandi tan viejo y conocido como “divide y reinarás”. ¿Es un sistema que da resultados? Para algunos sí, y para otros no.
¿Y nosotros podemos pensar un negocio con este sistema de gestión?
Si buscamos resultados fuertes en el corto plazo es una posibilidad, porque no. Seamos conscientes que los logros vendrán a través de la implementación de políticas de coerción a los competidores, fuerte presión hacia dentro de la organización, “atajos” comerciales y una renuncia indeclinable a dos puntas: los valores y la consolidación de largo plazo.
Si nuestra visión del negocio apunta a generar un fuerte lazo de identificación con el mercado, con la comunidad, posicionar la marca, crecer despacio pero sólido y buscar trascendencia, definitivamente, este esquema de management no es el propicio.
Sin dudas, este pensamiento no va ayudarte cuando lleves más de una hora atascado por algún piquete, llegando tarde por un paro de subte ni tampoco lo vas a tener presente cuando el miedo a que te roben a plena luz del día en las zonas más transitadas de la ciudad sea una constante. Pero seguramente podrá ayudarte en instancias más comprometidas e importantes como es emprender tu negocio, tu carrera o tu país
Feliz semana, felices emprendimientos, feliz vida para todos.
Marcelo Berenstein
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Es la Realidad que nos toca vivir a todos los emprendedores en nuestro País, te moves un poco y tenes un pie que amenaza e impide seguir o, almeno pensarlo dos veces.
Buena semana para todos. Héctor