Los emprendedores son maestros en el arte de sorprendernos con lo que parece imposible. Son personas comunes que superan el miedo y terminan haciendo algo fuera de lo común.
Es muy común que a los emprendedores se les enseñe que sin un plan de negocios su idea no tiene futuro o nace casi autocondenada a muerte. Los planes de negocios son muy importantes, necesarios pero de ahí a creer que un emprendimiento no tiene porvenir…
Soy de los que creen que la intuición es más poderosa que los cálculos de las planillas de Excel, estoy convencido que saber escuchar el corazón es tan importante como saber interpretar cálculos y estudios de mercado. Si el plan de negocios es garantía de éxito la tasa de mortalidad de los nuevos emprendimientos debiera ser drásticamente menor.
Gracias a Dios, existe la vida real. Que no depende de una hoja de cálculo. Que te sorprende y enseña todo el tiempo. Y de la que podés tomar inspiración con solo prestar atención. El éxito en los negocios y la riqueza no provienen siempre de las planillas, también puede venir del azar, la causalidad, el buen karma el destino o como quieras llamarlo.
Mirá estos casos:
1. Ted Williams
Ted era un vagabundo por las calles de Cleveland y con una voz privilegiada de barítono pasó a tener un trabajo en la NBA, entrevistas con famosos, etc., y todo gracias a un periodista interesado por el cartel que sostenía Williams en un semáforo. En el cartel aseguraba tener “un regalo de Dios, una voz dorada”, algo que el periodista pudo comprobar al pedirle a Ted una muestra. Los videos de Williams superan las 6 millones de visitas en You Tube.
Al día de hoy, sigue conduciendo un programa matutino en la cadena WVKO
2. Atsumasa Tochisako
Este banquero japonés ha desafiado a sus más de 60 años todos los estereotipos del emprendedor por naturaleza (por edad, nacionalidad e industria en que trabajaba) ofreciendo servicios bancarios a los inmigrantes hispanos por un total de decenas de miles de millones de dólares. Indignado ante el mal servicio y las altas tarifas del oligopolio de Western Union, creo Microfinance Internacional Corporation.
En la actualidad, su empresa envía remesas a 100 países a través de 500 instituciones con 50.000 puntos de pago y ofrece su plataforma de remesas original, con un motor para verificar el cumplimiento a través de las categorías, a los bancos de la Reserva Federal.
Para Tochisako, «..las remesas crean amplias acumulaciones de capital que puede ser invertido para el beneficio de las comunidades, aunque los modelos de transferencia de dinero tradicionales no acostumbran a seguir esa vía»
3. Teri Horton
En 1990, Horton, una camionera retirada que amaba a las tiendas de segunda mano, entró a una ubicada en California y vio un cuadro que nadie parecía querer. Ofreció 5 dólares por ella. Al tiempo, organizó una venta de garage a la que asistió un especialista en arte, quien le dijo que su cuadro podría ser una pintura original de Jackson Pollock, un artista considerado como el maestro del expresionismo abstracto.
La respuesta de Horton fue «¿Quién mierda es Jason Pollock»?.
Puesta a investigar, contrató al especialista húngaro Peter Biro, quien descubrió en la pintura una huella dactilar y la cotejó con las encontradas en el atelier de Pollock confirmando la autencidad del cuadro.
Horton pagó 5 dólares por una obra de arte que hoy vale más de 50 millones de dólares.
4. Robert Wessman
Wessman es un empresario islandés que de la nada construyó la 5° empresa farmacéutica del mundo en la venta de genéricos: Actavis, una compañía que da trabajo a más de 11.000 personas y con presencia en más de una docena de países.
Tan sólo ocho años le llevó a Wessman construir el imperio Actavis. ¿Quién hubiera podido predecir que un líder en medicamentos genéricos se forjaría en Islandia, lejos de todos los grandes mercados? ¿Cómo lo hizo? Una combinación de ambición mayúscula, excelente liderazgo, ningún miedo al fracaso, y un objetivo claro.
5. Abhi Shah
Muchos grandes éxitos empezaron como aventuras consideradas nimias, imposibles o idiotas. El “trabajo” de los emprendedores es intuir oportunidades donde otros las obvian, descartan o desconocen. El indio Abhi Shah creó una empresa líder en la subcontratación de asesoría jurídica, Clutch Group, en Bangalore, Nueva York, Chicago y Washington, no sólo aprovechándose de abogados indios baratos para hacer el trabajo repetitivo de back office, sino también contratando a más de 100 abogados en Estados Unidos para formar equipos que gestionaran servicios de apoyo jurídico de alta gama.
6. Mary Gadams
Mary Gadams está rompiendo paradigmas atléticos y solidarios con su compañía RacingThePlanet. Gadams organiza desde 2002 ultra-maratones de 250 kilómetros en entornos imposibles como el desierto de Gobi, Sahara o Atacama y la Antártida. Y en cada sitio donde corren apoyan causas solidarias y ya llevan aportados más de 500 mil dólares.
7. Bento Koike
Desde Sorocaba, Brasil, Bento Koike convirtió a su compañía Tecsis en uno de los dos grandes fabricantes independientes de las palas de 50 metros que utilizan las turbinas eólicas que generan energía alternativa por todo el mundo. Koike importa toda la materia prima del hemisferio norte y hacia allí ha enviado más de 12.000 palas terminadas.
En definitiva, los emprendedores deben aprender a confiar en sí mismos para enfrentar y dejar atrás al más implacable de sus enemigos: el miedo, como le pasó al león de este cuento:
«En una lejana sabana africana, andaba perdido un león. Llevaba más de veinte días alejado de su territorio y la sed y el hambre lo devoraban. Por suerte, encontró un lago de aguas frescas y cristalinas. Raudo, corrió veloz a beber de ellas para así, apaliar su sed y salvar su vida.
Al acercarse, vio su rostro reflejado en esas aguas calmadas.
– ¡Vaya! el lago pertenece a otro león – Pensó y aterrorizado, huyó sin llegar a beber.
La sed cada vez era mayor y él sabía que de no beber, moriría. A la mañana siguiente, armado de valor, se acercó de nuevo a lago. Igual que el día anterior, volvió a ver su rostro reflejado y de nuevo, presa del pánico, retrocedió sin beber.
Y así pasaron los días con el mismo resultado. Por fin, en uno de esos días comprendió que sería el último si no se enfrentaba a su rival. Tomó finalmente la decisión de beber agua del lago pasara lo que pasara. Se acercó con decisión al lago, nada le importaba ya. Metió la cabeza para beber … y su rival, el temido león ¡desapareció!»
Feliz semana, felices emprendimientos, feliz vida para todos.
Marcelo Berenstein