La vida es un emprendimiento comunitario. Si bien cada uno de nosotros tiene una responsabilidad indelegable e intransferible, lo importante es reconocer el sentido de integración que se nos fue dado en este emprendimiento. Parece una frase hecha (y si lo es, ¿qué?), ¿pero cuántos comprenden el sentido real de la vida? A juzgar por lo que se ve, se oye, se dice y se siente, parecieran ser muy pocos.
Sólo asumiendo tamaña ceguera y/o ignorancia podemos entender las diferentes versiones de las miopías actuales.
Si en este emprendimiento llamado Humanidad cada cual pusiera su energía en su viga personal y no la dispersa viendo la paja en el ojo ajeno, seguramente la historia sería otra.
Ya se que lo que primero se te viene a la mente son los gobernantes y políticos, a mí también me suele pasar. Pero si esperamos que el cambio se produzca de arriba hacia abajo, estamos perdidos. Sólo si uno cambia, el mundo tendrá una chance.
Hagamos el esfuerzo de predicar con el ejemplo. Si somos coherentes en pensamiento, palabra y acción, seguramente, también lo seremos en «votación» y ya no habrá lugar para aquellos que hoy se creen atornillados al poder.
Feliz semana, felices emprendimientos, feliz vida para todos.
Marcelo Berenstein
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