Cuando tenés una idea y la compartís lo que suele suceder mayormente es el descreimiento de los demás. Lo mismo sucede cuando iniciás tu emprendimiento; hasta tu entorno más cercano suele mostrarse pesimista. Prestarle oído a TODO lo que dicen los OTROS puede ser un collar de cemento para tus aspiraciones de volar para llegar alto.
No estoy promoviendo que te cierres a recibir consejos, sugerencias, críticas o ayuda; simplemente sugiero que ejercitemos la escucha sabia.
La escucha sabia es aquella que discrimina con sentido común y se presta únicamente a cosas positivas, que nutran, que alimenten el espíritu y la mente y no aquellas que hacen perder el tiempo, siembran temor, nos distraen y alejan de la meta.
No es fácil ni automático; es cuestión de “gimnasia” y práctica. Si en algún momento se te acerca alguien a contarte lo que no te interesa, recordá el cuento de “Las Tres Rejas” que puede ser muy útil
“El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa de éste y le dice:
– Maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia…
– ¡Espera! – lo interrumpe el filósofo- ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
– ¿Las tres rejas?
– Sí. La primera es LA VERDAD. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
– No. Lo oí comentar a unos vecinos.
– Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es LA BONDAD, eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?
– No, en realidad no. Al contrario…
– Ah,¡vaya! La última reja es LA NECESIDAD. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
– A decir verdad, no.
– Entonces -dijo el sabio sonriendo –, si no es verdad, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido…”
Feliz semana, felices emprendimientos, feliz vida para todos.
Marcelo Berenstein
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Excelente consejo