Un día estaba esperando el ómnibus para ir a una entrevista de trabajo. Vino uno pero como estaba lleno lo dejé pasar. Al rato vino otro y como estaba distraído también dejé que siguiera de largo. Miré la hora y como llegaba tarde empecé a enojarme y de bronca, dejé pasar uno, dos, tres, diez ómnibus. Obviamente, cuando me decidí a subir, llegué muy a destiempo a mi entrevista y perdí mi oportunidad.
A veces siento que la Argentina está como yo en aquella parada de micros. Estamos dejando pasar las oportunidades. Una tras otra, vemos como se van dilapidando las ocasiones de crecer, de recuperar la credibilidad, de ser confiables, de alimentar al mundo y más.
Ya no podemos seguir tirando la pelota afuera y echarle la culpa a los mercados, a los fondos buitres, a la coyuntura internacional ni a nadie más. Somos nuestros propios boicoteadores. Así de simple.
En fin, a pesar de todo, prefiero seguir haciendo el papel de bobo y creer que en algún momento se producirá el clic necesario para cambiar para bien. Es una ilusión, un sueño, un anhelo que no voy a permitirme perder.
Feliz semana, felices emprendimientos, feliz vida para todos.
Marcelo Berenstein
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Cuanto me identifico…
A veces pienso que tengo que volar, crecer en otro lugar, y luego volver, ya con mis propias fuerzas (contruidas y generadas afuera) para cumplir mis sueños e ilusiones en mi país.