Si uno anda por la vida con lentes emprendedores, puede ver cosas que otros no pueden descubrir. Y generalmente, cuanto mayor sea la graduación entrepreneur de los cristales, mayor también será el porcentaje de detalles que le depare la visión.
El fin de semana que pasó tuve uno de esos días en que tenía puesto mis gafas de emprender. Fui a la ciudad de Rosario (una de las más bellas de la Argentina) y al llegar al hotel donde me alojé, me llamó la atención la cantidad de motos de alta gama estacionadas en la puerta, sin reparar en la marca.
Cuando pregunté y me respondieron que era un evento de usuarios de las míticas motos Harley Davidson, entendí que debía mirar desde otro lugar para ver que mensaje tenía para mí, estar alojado en ese hotel y en ese día.
Realmente, son motos espectaculares, pero no les presté demasiada atención, ni siquiera les tomé una foto a pesar de haber más de 40 estacionadas una al lado de la otra en un espectáculo visual increíble.
Pero sí presté atención a sus dueños y pude reconocer en cada uno de ellos algunas características emprendedoras. La pasión, en primer lugar. La identificación con su pasión, en segundo término. Las miradas encendidas y contagiosas cuando hablan de su moto. La inversión de tiempo, dinero y energía puestos en su objetivo.
Las Harley Davidson son motos caras y su mantenimiento tiene un costo alto pero, claramente, no todos los motoqueros eran señores de la alta sociedad. Se notaba que muchos ponían todo de sí para brillar y lucir, y el esfuerzo se sentía. Ni por un instante pensé en el valor material de lo que allí había sino en el valor espiritual que inspiraba esa gente.
Es gente como vos y como yo, que tiene medios para conseguir algunas cosas y carencia para obtener otras. Pero, al igual que vos y yo, tienen sueños y luchan por materializarlos; tienen pasión absoluta por lo que emprenden y, fundamentalmente, van por la vida mirándola a los ojos con la humilde altivez con la que brillan las miradas de quienes se animan y van siempre por más
Feliz semana, felices emprendimientos, feliz vida para todos.
Marcelo Berenstein
[email protected]