Para mí, los fines de año no guardan ese gustito especial que paladea la mayoría. No le encuentro tanto sentido a festejar y anhelar todo en un sólo día. Prefiero dividir esa energía esperanzada por 365 y tratar de festejar la vida día a día. No se trata de esperar al 31 de diciembre para estar con las personas que quiero sino de esforzarme por querer a los seres con quien comparto el resto del año en cualquier ámbito.
Sin embargo, la suma de la potencia colectiva me arrastra y reconozco que me sumo a la renovación masiva de sueños. Después de todo, más ilusiones tengo, más desafíos por delante. Y me divierten más los desafíos que los logros, disfruto más los medios que los fines.
La verdad es que me da para escribir mucho pero la síntesis de lo que siento es que deseo que cada uno de ustedes pueda llegar a diciembre de 2008 más feliz y pleno que lo que se encuentra hoy. Ser felices es nuestra única obligación. Podremos hacer buenos o malos negocios, tener más o menos dinero, cambiar el auto o quedarnos a pie. Pero nunca podemos dejar de ser felices. Ese es el mejor emprendimiento.
Salud!!!!
Feliz semana, felices emprendimientos, feliz vida para todos.
Marcelo Berenstein
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Muy de acuerdo, el emprendimiento del deseo…. felicidades…….., es como generar una idea de negocios, cada segundo, mínuto, días se hace realidad, no solamente un día, viva los emprendedores que generamos puestos de trabajo y riqueza para nuestros pueblos.
Claro que la mente de un hombre libre deberia de actuar como lo piensas , pero es cierto lo que planteas pues el colectivo nos barre en ciertos ambitos de nuestra vida y el fin de año y la navidad son poderosos enervantes para estimular nuestras metas y crear nuestra felicidad. Felicidades emprendedores¡¡¡.