Emprender está de moda. Desde el que sueña con ser el nuevo Jobs hasta el que abre un kiosco en la ventana de su casa, todos estamos subidos a la profesión del momento.
Más aún, el término está tan en boga, que hay personas que crean y funden empresas y hoy son orgullosos “emprendedores seriales” y conferencistas
Diez años de periodismo emprendedor me dio la fortuna de conocer entrepreneurs de todas las latitudes y reconocer cualidades en común, más allá de su nacionalidad, del rubro que emprenda y de su formación. Si bien los rasgos en común de los emprendedores no son recetas de cocina, es cierto que hay que tenerlos presentes, porque por algo salen a la luz en los empresarios exitosos.
Estas son las principales cualidades de los emprendedores de éxito
- Tienen iniciativa.
- Les gusta asumir riesgos. Les atrae el hecho de no saber qué puede ocurrir.
- Suelen ser independientes
- Son innovadores. Buscan algo nuevo, diferente, u otra forma de hacer las cosas.
- Generan cambios en el ámbito económico y social por medio de su innovación.
- Son motivadores. Tratan de entusiasmar a otros antes y durante el proyecto.
- Líderes natos. Logran movilizar a un grupo de gente, que se convierten en sus seguidores.
- Creativos. Todo el tiempo están pensado qué hacer, qué cambiar, que proponer.
- Resistentes a las frustraciones. no se frenan ante el primer obstáculo.
- Perseverantes. Son personas trabajadoras, constantes.
- Son personas que tienen experiencia, generalmente desarrollan su proyecto en base a los conocimientos adquiridos en trabajos anteriores.
- Tiene inquietudes. Son personas no conformistas y siempre están buscando algo.
“Hay un cuento de Confucio que demuestra que los emprendedores que triunfan son aquellos que perseveran y logran salir de su “circulito”
“Ran Qiu era un discípulo de Confucio en la antigua China. Un día, Ran Qiu le dijo a Confucio:
– “Me gusta la filosofía del Maestro, pero no tengo habilidades”.
Confucio pensó un momento y le contestó a su discípulo,
– “Una persona sin suficiente habilidad se detendrá a mitad de camino, pero tú ni siquiera empezaste. Estás dibujando un círculo en el suelo y encerrándote a ti mismo”
Marcelo Berenstein
[email protected]