Hace un par de semanas les compartí mi visión sobre el ecosistema emprendedor argentino. No voy a caer en la falsa humildad de mostrarme sorprendido por la repercusión, porque sería mentirme y mentirles. Escribo para que mis pensamientos repercutan y sirvan para incentivar, motivar, proponer y mejorar.
Lo que sí me sorprendió es la nula respuesta de algunas celebridades del ecosistema local. Este silencio tiene varias lecturas, siempre desde las limitaciones de mi visión:
- No leen Emprendedores.News: Sé que muchos no lo hacen, aun cuando personalmente me felicitan por el sitio. Detecté esta realidad al comprobar que me piden que les publique cosas que estaban en publicadas.
- No les importa mi opinión
- Puede que les importe pero creen que no hablar del tema es la mejor solución.
El ego de nuestras celebridades emprendedoras es muy grande; diría que es proporcional a la humildad que aconsejan parados, micrófono en mano, desde las alturas del escenario.
Muchos de los que me escribieron apoyando la nota sobre mi visión del ecosistema emprendedor me preguntaron si estaba enojado. La respuesta es no. Soy un periodista que escribe sobre emprendedorismo porque le apasiona; y creo que mi deber es tratar de compartir la verdad desde mi óptica; sin absolutismos ni banderías. Es así de sencillo; no hay más explicación que esa.
Los dejo con este cuento sufí, que es como una parábola del emprendedor argentino celebritie; un tipo que cree jugar al fútbol como Messi, cantar como Pavarotti, innovar como Steve Jobs, facturar como Bill Gates, dominar al mundo como Pinky y Cerebro; alguien que por querer ser lo que no es, se olvida de quién es realmente:
“Había un picapedrero que se ganaba la vida picando rocas en la montaña. A menudo se lamentaba de su suerte: “¿Por qué fui destinado a un trabajo tan humilde y bajo?”
“Que maravilloso debe ser grande y poderoso” dijo el picapedrero. “Cómo me gustaría ser rey”. El picapedrero no sabía que éste era justamente su momento de gracia, durante el cual se le concederían todos sus deseos. De repente se vio transformado, era el rey aclamado por la multitud. “¡Qué maravilloso es ser el más poderoso de la tierra!”.
Después de un rato, comenzó a sentirse incómodo. El fuerte sol brillaba sobre él, haciéndole transpirar. Y concluyó: “¡Entonces el sol es más poderoso que yo! Quiero ser el sol”.
Inmediatamente se transformó en el sol. Podía impartir luz y calor a todo lo que había en el mundo. Pero de repente se sintió muy frustrado. Deseaba dirigir sus rayos hacia un punto determinado pero no pudo hacerlo. Una gran nube se había colocado por debajo de él, y obstruía sus rayos. “Si una nube puede frustrar el sol, entonces la nube es más poderosa. ¡Deseo ser una nube!”. Como una nube grande y pesada, se sintió muy poderosa, al arrojar torrentes de lluvia cada vez que lo deseaba. Pero su júbilo duró poco, pues repentinamente fue arrastrada por una violenta corriente de aire contra la que se sintió impotente.
“¡Ajá!”, exclamó. “¡El viento es aún más poderoso que una nube! Entonces seré el viento”.
Transformado en viento, sopló sobre los bosques, derribando árboles altos. Pero de repente, se sintió bloqueado. Se había topado contra una montaña alta, y por mucho que soplara, no podía pasar. -” ¡De modo” dijo, “que una montaña es más poderosa que el viento!”. “Entonces deseo ser una montaña”.
Como una montaña poderosa se irguió majestuosamente. Ahora sí que era el más poderoso.
De repente sintió un dolor agudo. ¿Qué era esto? El picapedrero, con un hacha afilada, estaba arrancándole pedazos. “¿cómo puede ser?”, preguntó. “Si alguien puede desmembrarme, es porque existe alguien aún más poderoso que yo. Deseo ser ese hombre”.
Su deseo le fue concedido, y se transformó en el más poderoso de todos: ¡un picapedrero!”
Feliz semana, feliz vida, felices emprendimientos
Marcelo Berenstein
[email protected]
Adelante caminante, desde hace algún tiempo me identificado con El Emprendedor y me han edificado su artículos. El Ecosistema Emprendedor se desarrolla y esta en crecimiento. Y mi comentario tardío, considerando que desde hace algún tiempo lo recibo y no había comentado.
Gracias Mily
Gracias, por publicar todos esos mensajes, hace poco tengo una pequeñita empresa de limpieza, y me gusta mucho , leer sus mensajes. Le envio un cordial saludo.