Si de algo no se puede quejar un emprendedor es por la falta de adrenalina ya que su vida es puro vértigo.
Todos los días está expuesto a situaciones que lo obligan a decidir, improvisar, crear, repensar, etc.
Esta aceleración genera una musculatura envidiable en lo que hace al ritmo del negocio pero tiene una contracara: la dificultad para encontrar espacios de serenidad y calma para reflexionar y analizar el negocio en profundidad.
Si el día a día no te da tregua, tratá de recordar la letra chica que dice: “Emprender con moderación”.
Y aquí unos simples tips para lograrlo:
- No aceptes más trabajos del que puedas hacer bien: Al emprendedor le cuesta decir “no” y esto lo pone en una constante situación de riesgo incumplimiento, baja de calidad, etc. No caigas en la tentación y líbrate del sí fácil. Amen
- Delegá: Si hay que pueda hacer alguien de tu equipo, entonces no la hagas vos.
- Pasito a pasito se llega lejos: El apuro por crecer rápido es un virus que se puede meter en la sangre del emprendedor y que trae, entre otras consecuencias, la destrucción de la calidad de tu producto o servicio.
- Hacele caso a uno de tus mejores mentores: Estoy hablando de los errores. Equivocarte una vez puede enseñarte más que mil horas y mil páginas de teoría. Errar es parte del crecimiento y el emprendedor inteligente sabe capitalizar la experiencia porque las ganas de superarse son más potentes que el ego y la tozudez.
- No te lo guardes, compartilo: La experiencia que has ido aprendiendo desde el momento en que decidiste emprender hasta tu actualidad es un tesoro que únicamente crece cuando se comparte. El viejo paradigma de no contar por temor a la competencia murió hace años afectado de inutilidad. Compartir es sano para vos, para tu equipo y para la industria en la que te movés.
- El mejor jugador es un buen equipo: Una de las mejores cosas que podés hacer para dar pasos seguros en tu emprendimiento es armar un equipo de buenas personas, con experiencias complementarias y la capacidad de asumir responsabilidades. Delegar es crucial para emprender.
Feliz semana, felices emprendimientos, feliz vida para todos.
Marcelo Berenstein