Emprender no es una carrera de 1oo metros sino de una prueba de resistencia. Velocidad no es siempre sinónimo de agilidad.
El éxito de una empresa naciente no es una cuestión de velocidad. Los emprendedores veloces son, salvo excepciones puntuales, los que no llegan a la meta. Porque emprender es más una cuestión de solidez y agilidad que de rapidez.
Hay muchos emprendedores veloces mentalmente, que tienen una energía inicial muy potente pero de corto aliento. En la inmensa mayoría de los casos terminan bajando los brazos y abandonando ante el primer fracaso. Se desalientan con la misma velocidad con la que avanzan; se cansan pronto, se abruman y prefieren retirarse.
Por otro lado, hay emprendedores menos rápidos pero dinámicos y ágiles, persistentes en su camino y con la capacidad de explorar caminos transversales en búsqueda de oportunidades o como alternativa para esquivar situaciones peligrosas para el negocio. Este tipo de emprendedores suele tener claro su objetivo y tienen siempre presente que en la resistencia está la clave de la buena salud de la empresa.
Emprender no es una carrera de 100 metros sino una prueba de fondo. La clave no está gastar rápidamente el aire pues la ventaja adquirida se pierde enseguida, por eso, constancia, pasos cortos y firmes, perseverancia, buena administración de la energía ¡Y a la meta!….
Te dejo este cuento para que te reflejes y te des cuenta si sos león o gacela:
“Cada día en África, una gacela se despierta. Ella sabe que debe correr más rápido que el león más veloz, o será devorada. Cada mañana en África, un león se despierta. Éste sabe que debe correr más rápido que la gacela más lenta, o morirá de hambre. No importa si tú eres un león o una gacela. Cuando el sol se levante, más te vale estar corriendo”
Feliz semana, felices emprendimientos, feliz vida para todos.
Marcelo Berenstein