A veces es necesario bajar un cambio al emprender y hacer lento el camino para volver a tomar velocidad.
Emprender es como subir a una montaña rusa; una aventura llena de subidas lentas y bajadas bruscas; mucha adrenalina y por sobre todo vértigo.
Un viaje con mucha acción, cero aburrimiento, tensionante y apasionante a la vez. No es un reality show ni un juego para TV; es un desafío constante de superación, motivación, liderazgo, perseverancia y hasta de supervivencia.
El tema es que corremos el riesgo de confundir vértigo con velocidad y apuro. Y esa confusión se suele pagar más temprano que tarde, y no el precio no es barato.
Vivir apurado no es adrenalínico; es insano. No nos permite ver y reconocer aspectos esenciales del emprendimiento; nos impide disfrutar de los tiempos naturales de nacimiento, crecimiento y maduración; nos puede cegar y ponerlo en riesgo ante la incapacidad de reconocer la necesidad de parar, reflexionar y analizar si es necesario implementar correcciones leves o radicales.
Y si así emprendemos, seguramente así vivimos, Por eso se vertiginoso pero no apurado; adrenalínico pero no atolondrado.
Tal vez, este cuento de autor anónimo, nos ayude a comprender la importancia de la no velocidad.
“Es tan fácil perder de vista lo que es importante… Danza lento…
¿Alguna vez, observó a un niño en una calesita? ¿O escuchó el sonido de la lluvia cuando cae al suelo? ¿Alguna vez siguió el vuelo errante de una mariposa? ¿O, fijó su mirada en el crepúsculo solar? Es mejor disminuir el paso, no dance tan de prisa…
El tiempo es corto, la música va a terminar….
¿A través de cada día usted corre o vuela? Cuando pregunta, ¿Cómo estás? ¿Escucha la respuesta?… Cuando el día termina, ¿queda acostado en la cama,
con los próximos quehaceres rondando por su cabeza? Es mejor disminuir el paso.
No dance tan deprisa…. el tiempo es corto, la música va a terminar…
¿Alguna vez dijo a un niño: “dejemos esto para mañana” y en su prisa, vio su tristeza? ¿Perdió contacto, dejó morir una buena amistad porque nunca tenía tiempo para llamar y decir hola? Es mejor disminuir el paso…
No dance tan de prisa…. el tiempo es corto la música va a terminar….
Cuando corre tan de prisa para llegar a algún lugar, usted pierde la mitad de la satisfacción de llegar allí. Cuando se preocupa y se apresura todo el día, es como si fuese un regalo que no fue abierto. ¡Un regalo lanzado afuera!
La vida no es una corrida… llévela lentamente….
Escuche la música….antes que la canción acabe!!!
Feliz semana, felices emprendimientos, feliz vida para todos.
Marcelo Berenstein
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