Sin lugar a dudas, la pandemia de Covid-19 ha cambiado al mundo tal y como lo conocemos en estos últimos años. Si bien todo parece indicar que lo peor ya ha sucedido y que nos encontramos emprendiendo el camino hacia una nueva normalidad, algunos sectores económicos han cambiado de forma drástica. Ese es el caso del ecommerce.
A la hora de pensar en diferentes estrategias de marketing para nuestro emprendimiento, el comercio en línea es una parte fundamental para llegar a un público mucho más amplio y, al mismo tiempo, tener menos gastos de inversión previos. En ese sentido, el ecommerce ha crecido de manera exponencial en las últimas dos décadas, alterando a su paso hábitos de consumo.
Ahora bien, este fenómeno se ha podido ver aún con mayor intensidad a partir del 2020, ya que la llegada de la pandémica de Coronavirus llevó a que el comercio electrónico creciera en un año lo que se esperaba, al menos, para los futuros cinco. Las medidas de aislamiento, por supuesto, potenciaron todo lo relacionado al comercio en línea y a fomentar nuevas maneras de acceder a bienes y servicios.
¿Qué dejó el coronavirus a la hora de pensar el ecommerce?
En primer lugar, debemos señalar que la pandemia ha tenido el efecto colateral positivo de derribar viejos mitos en torno a este sector, sobre todo acercando a usuarios de generaciones más adultas. Los desarrollos e innovaciones constantes dentro de la industria, así como el mayor acceso a dispositivos móviles también han favorecido a que el ecommerce sea la primera opción a la hora de realizar una compra.
En la misma sintonía, el Coronavirus también ha dejado en claro que el rubro de los servicios también puede sacar el mayor provecho posible al comercio electrónico. Mientras que por muchos años se pensó a los bienes físicos como los únicos favorecidos, en la actualidad se puede encontrar una gran cantidad de servicios profesionales que se realizan a distancia, incluyendo asesorías económicas o vinculadas al marketing, por ejemplo.
Por otro lado, la importancia del aspecto visual de nuestro negocio se ha profundizado tras la pandemia. La mayor competencia y la saturación del mercado generó que sean los proyectos más profesionales los que se destaquen del resto. Sin ir más lejos, crear una tienda online hoy en día es un paso indispensable para tener los resultados que esperamos.
A su vez, se debe pensar siempre en la experiencia del usuario cuando intentamos vender un producto o servicio en línea. De nuevo, la competencia que encontraremos en la web es cada vez mayor, por lo que debemos hacer todo lo posible para que nuestro potencial encuentre todo lo que está buscando de manera sencilla y ágil.
¿Qué tendencias se esperan en el ecommerce?
Con este panorama general que ha dejado la pandemia, es momento de pensar cómo será el futuro cercano del sector y cuánto se podrá aprovechar de la clara expansión que ha experimentado en los últimos años.
1) Un crecimiento sostenido: de acuerdo con diversos cálculos, se espera que el movimiento económico que genere el comercio en línea se acerque a los 3,5 billones de dólares para el año 2025. Es decir, tanto en el sector minorista como mayorista del ecommerce, se podrá ver una fuerte inversión de las marcas más importantes, así como la irrupción de nuevos actores que dinamizarán el mercado.
2) Envíos automatizados: lo que durante mucho tiempo se pensó como una fantasía, hoy ya es una realidad en los proyectos de muchas empresas. Las entregas mediante coches automatizados o drones se pueden ver en algunos sectores y se espera que en los próximos años se torne una posibilidad concreta.
3) Una mejor experiencia integrada: si bien el mundo digital avanza a pasos agigantados, es importante seguir pensando al comercio como una experiencia omnicanal. Es decir, muchos usuarios pueden estar interesados en un producto y comprarlo de manera online, pero luego preferir retirarlo personalmente. O, en el caso contrario, ver el producto primero en una tienda para luego comprarlo en línea. Las grandes marcas lo saben y por eso apuestan a generar las mayores comodidades tanto en el ecommerce como en los negocios.
4) Mayor personalización: por último, y no menos importante, encontraremos que la personalización en el contacto con el cliente seguirá en aumento. Utilizar el nombre y otros datos brindados por el usuario en cada comunicación, así como poder elaborar diferentes mensajes que se adapten a sus particularidades, marcarán la diferencia en el trato.