La cercanía geográfica a sus principales mercados, los alentadores datos de crecimiento, y la estabilización de las tensiones diplomáticas entre los gobiernos de la región, en consonancia con las metas impuestas para la integración en la Unión Europea, o bien de candidatura para solicitar el ingreso, contribuyen a hacer que los países balcánicos sean cada vez más interesantes para el emprendedor global, además de una dinámica actividad industrial, y el rápido crecimiento del turismo y servicios en una región destacable por su atractivo natural y cultural.
Naturalmente, los factores negativos para la economía y desarrollo de la zona siguen siendo numerosos: destacables entre ellos la herencia de los conflictos, que aún se deja sentir en el estado de las infraestructuras, muchas de ellas anticuadas e inadecuadas y que plantean numerosas dificultades logísticas; además, están las tensiones políticas que persisten en la zona, y las dificultades originadas por los procesos de transición, y problemas persistentes de delincuencia, corrupción e ineficacia de las estructuras de gobierno.
A ello hay que añadir una elevada tasa de paro en gran parte de la zona y grandes desigualdades de renta, que empujan a gran parte del capital humano de estos países a emigrar, lo cual limita severamente la capacidad de innovación y competitividad en la región, y añade presión a una población en vías de envejecimiento. La cercanía de Ucrania y Turquía plantea también inquietudes por la situación geopolítica en esos países, además de las consecuencias derivadas de la frágil economía griega.
Albania apuesta cada vez más por el aprovechamiento del atractivo turístico del país, con el consiguiente impulso a los sectores de hostelería, restauración y servicios relacionados. Por otro lado, el país cuenta también con abundantes recursos naturales: notable entre éstos, grandes reservas petrolíferas y de gas. Otros sectores como la agricultura y producción alimentaria, las industrias que más personas emplean y pilar de la actividad económica del país, requieren soluciones para actualizarse e incrementar su productividad.
El país en general depende en gran medida de las importaciones de combustible y bienes de alto valor añadido; exportaciones en aumento, sin embargo es vulnerable a las fluctuaciones económicas en un grupo reducido de compradores, compuesto principalmente por países UE. Existen también grandes deficiencias en infraestructura vial que complican mucho el transporte, así como un clima de negocios muy arduo a pesar de las reformas realizadas para cumplir con los requisitos de adhesión a la UE para 2020.
La lenta recuperación de sus principales socios comerciales de la UE y CEFTA ha logrado un modesto impulso en la industria y exportaciones de Bosnia-Herzegovina en sus principales sectores: aluminio, hierro y acero, producción agrícola y muebles; sin embargo, permanece la preocupación por disturbios civiles, motivados en parte por la difícil situación económica y un grave problema de desempleo estructural, inestabilidad política por divisiones étnicas y extremismo, y una de las tasas de paro mas altas del mundo que empuja a los jóvenes y a los trabajadores más capacitados a emigrar, y limita severamente el poder adquisitivo de los hogares y la competitividad de las industrias. Por otra parte, un entorno de negocios complicado desincentiva el crecimiento empresarial y la inversión, además de contribuir a mantener una parte significativa de la actividad económica sumergida; con todo, es de esperar que la eventual integración del país en la OMS tenga un impacto importante en el comercio e inversión externa.
Con una posición estratégica privilegiada y una de las economías más dinámicas de la región, conviene observar las oportunidades presentes en Bulgaria en producción agrícola y alimentaria, energética, minera, farmacéutica, textil, metalmecánica, y el turismo, fundamentales en la actividad del país; cabe destacar el auge del turismo sanitario para tratamientos médicos y dentales privados. La tasa de desempleo, aunque elevada, muestra tendencia al descenso. No obstante, a pesar de un clima en general favorable a la actividad empresarial e impuestos bajos, los problemas causados por la corrupción y amiguismo político suponen un obstáculo a superar.
A pesar de ser conocida por su gran industria turística y de servicios, que comprende buena parte de la actividad económica del país, el sector hotelero de Croacia presenta numerosas carencias que requieren solución a fin de no entorpecer su desempeño y potencial de futuro. Por otro lado, la economía, muy golpeada por la crisis global y el descenso en las economías de sus principales socios comerciales en la eurozona, se ve agravada por una alta tasa de desempleo, especialmente entre los jóvenes. Entre los sectores a observar está la producción de alimentos y bebidas, y especialmente la alimentación orgánica, destinada principalmente al mercado exterior, así como la industria petroquímica, maquinaria y equipos eléctricos, metalmecánica y medicamentos.
La producción de metales y de materiales de construcción, industria alimentaria y equipos eléctricos, pilares principales de la economía de Kosovo, es muy vulnerable a la frágil situación del país, que actualmente padece una elevada tasa de pobreza y paro, con gran parte de la actividad económica sumergida, además de la persistente inestabilidad política, tensiones regionales y división de la comunidad internacional sobre el reconocimiento de Kosovo como estado soberano; no obstante, Kosovo se cuenta como un posible candidato para optar a una eventual adhesión a la UE, y cuenta con una población joven y una economía que ha realizado notables avances en establecer un sistema de mercado.
Macedonia ha destacado en la región por reformas económicas dirigidas a favorecer el libre comercio y crear un entorno de negocios más atractivo, las cuales a pesar de lograr impulsar un crecimiento económico moderado, no han logrado disminuir el elevado desempleo estructural, la extensa economía gris o la burocracia y corrupción que lastran el desarrollo económico, que por otra parte muestra una trayectoria positiva, destacando por la producción y exportación de hierro y acero, ferroníquel, productos químicos, textiles, sector agroalimentario y de bebidas.
El compromiso de Montenegro con el fomento de un entorno de negocios más abierto, en conformidad con los requisitos de integración a la UE, ha logrado atraer grandes inversiones externas y crear una economía pequeña, pero vibrante, en la que la producción de acero y aluminio, industria agroalimentaria y el turismo, en especial el orientado a un público de alto poder adquisitivo, componen las principales fuentes de ingresos; no obstante, los problemas de corrupción y crimen organizado continúan obstaculizando los progresos ganados.
Rumania, la mayor economía del grupo en población, ha logrado también posicionarse como una de las economías de más sólido crecimiento en Europa, gracias a una intensa actividad industrial y exportadora, centrada especialmente en ensamblaje de vehículos, sector destacado en la economía del país, maquinaria y equipos eléctricos, textiles y moda, productos químicos, materiales de construcción, e industria agrícola y alimentaria. A pesar de esto, continúan existiendo grandes diferencias de ingresos y nivel de vida en el medio rural y el urbano, y por otra parte, la confianza entre los consumidores continúa estando muy afectada tras el descenso por la crisis global.
Serbia ha logrado un gran crecimiento principalmente originado en sectores de servicios y manufactura, aunque entorpecido por un marco regulatorio aún muy complejo, a pesar de las reformas implementadas y de acuerdos de libre comercio con con UE y AELC, además de una alta tasa de paro que ha desencadenado una fuga de talento; conviene sin embargo señalar la significativa aportación al PIB nacional que suponen las remesas enviadas por trabajadores emigrados. Como sectores económicos a observar en cuanto a oportunidades, están las industrias relacionadas con fabricación de vehículos y piezas de automóvil, maquinaria, metales, industria alimentaria, muebles.
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