Italiano: Se deshace en excusas durante media hora ante la señora, pero con la puerta del baño abierta. Y a todo esto, gesticulando bastante.
Francés: Dedica unos diez minutos a alabar la belleza de la ocupante del toilette, y a continuación, queda con ella para cenar esa misma noche.
Inglés: Dice: "Perdone, caballero" y se va como si no hubiese sucedido nada.
Norteamericano: Dice: "¿Le queda todavía mucho para terminar?"
Japonés: Cierra la puerta de golpe, le invade un ataque de deshonor y se suicida.
Argentino: Mira al techo y a las paredes mientras pregunta: "¿No es éste el baño de caballeros?"