Mariana Zanetti – Dueño de mi tiempo
La travesía del desierto es esa etapa del camino (normalmente más larga de lo deseado) que pone a prueba la ilusión con la que se comenzó el proyecto. Es donde la maquinaria del negocio se está formando, pero aún no funciona ni se vislumbra cuál es la pieza o combustible que la hará funcionar definitivamente. Es donde la prueba y error se hacen rutina y donde las certidumbres no acaban de llegar.
Quienes alguna vez han escrito un Business plan, saben que éste nunca se cumple y que hay un punto en que el cansancio y la incertidumbre empiezan a hacer mella en quien ha emprendido con tanta ilusión su camino hacia la libertad. Y es que emprender sin que aparezcan imprevistos es como aprender a caminar sin caerse nunca, o sea que es imposible. Querer emprender sin que algo salga mal es como dedicarse a ser arquero de futbol y esperar que nunca te hagan un gol, no sería realista. Como emprendedor, debes dar todo de ti para evitar los males a tu negocio, aceptando que es imposible que estos no ocurran (estadísticamente hablando). Sin embargo, aunque para muchos esta etapa ha sido un momento difícil, no todos los emprendedores lo viven como un momento oscuro, porque pueden apoyarse en uno o varios de los siguientes pilares:
Pasión por lo que hacen
Para muchos, el camino no requiere un esfuerzo percibido porque aprender es un placer en sí mismo, o porque el proceso creativo y de descubrimiento les reporta en sí mismo una gran motivación. Chris Guillabeau, autor del libro The 100$ Startup, afirma que podemos lidiar con un negocio que no nos apasiona, o con un negocio que lucha por ser rentable, pero no podemos lidiar con las dos cosas al mismo tiempo.
Emprender es como un juego que les divierte
Para muchos emprendedores, las dificultades que surgen en el camino forman parte del juego y sin ellas, no habría diversión.
Una demanda consistente del mercado
Muchos emprendedores tienen dificultades en hacer llegar sus productos a clientes que les compren, pero ven que el mercado está demandando soluciones diferentes como las que ellos ofrecen y es cuestión de tiempo el encontrar la fórmula para unir la demanda con su oferta.
Espíritu de lucha
Algunas personas tienen la capacidad de sobreponerse a las dificultades y salir fortalecidos de las batallas. Es quizás la característica que más garantiza el éxito de la aventura de emprender.
Espíritu de aventura y amor por la incertidumbre
Muchos emprendedores tienen como máximo valor la libertad, por encima de la seguridad. Esto no es universal y es por eso que emprender no es para todos, pero el hecho de aceptar nuevos desafíos en libertad es un motor muy potente que permite soportar las penurias del desierto.
Si vas a emprender, debes saber que vas a atravesar el desierto y que debes contar con alguna “fuente de agua” extra para poder superar esta prueba.