La educación afronta un desafío: pese a que se invierte más no se consiguen mejores resultados.
Uno de los factores claves a analizar es el ciclo: ¿Cómo recibe la universidad a los que llegan de la escuela secundaria y también cómo los recibe esta última de la escuela primaria? Esto se demuestra en la práctica: si se tomara un examen de ingreso a la Universidad el 25% de los postulantes, al menos, no podría ingresar. Esto hace que deban nivelar para abajo lo que crea al docente una tarea extra, ya que los más débiles siempre se atrasan y los mejores se aburren.
Recordemos que Bill Gates abandonó la universidad porque lo aburría y en el garaje de la casa de sus padres empezó la autoeducación que lo llevó a ser el hombre más rico del planeta.
Una cosa trae la otra
Entre lo innato y lo adquirido hay armonía siempre que se pueda descubrir al genio interior que todos traemos al nacer. Un genio es la causa compartida entre su talento y ciertas condiciones que facilitan su despegue. Se necesita un cambio educativo, una reorganización de la sociedad, para que, los que no tienen esas ventajas, tengan las oportunidades y un punto de partida más equitativo para llegar al éxito.
Bill Gates tuvo a su favor el número mágico de las 10 mil horas de práctica. El éxito no se logra sólo porque uno sea bueno, la práctica es la clave. Hay eventos que le permitieron abandonar Harvard y armar su propia empresa. Fue a una escuela secundaria privada con una terminal de computadoras en un momento en el cual pocas tenían Internet. Su casa estaba cerca de la Universidad de Washington y así tuvo acceso a computadoras complejas. Cuando Harvard lo aburrió decidió retirarse sin obtener su título de ingeniero. Gates es brillante, pero la suerte lo ayudó. Había otros tan brillantes como él. Es el deber del Estado nivelarlos.
Los chicos asiáticos estudian más horas que los de occidente, condición básica para rendir en matemáticas. Su herencia cultural de trabajo duro deriva del cultivo de arroz. Dice un proverbio chino: Nadie que se levanta antes del amanecer los 360 días al año deja de hacer a su familia rica. En Occidente, las vacaciones son parte de la cultura. Los niños pobres aprenden más que los ricos, pero sin ir a clase, decaen por falta de estímulo. Una escuela marginal del Bronx aumentó el 60% las horas de clase y logró que el 80% ingrese a la universidad.
El tiempo libre es para divertirse, crear y soñar, pero debe aplicarse también a descubrir a ese genio interior, que todos llevamos dentro. Para salir del círculo de pobreza, se deben acumular además las 10.000 horas de práctica. Tal como afirma un refrán: El hábito hace al monje.
Se le presta menor atención a la forma en que se educa en la primera infancia
El problema es que lo que no se logra en la primera etapa no se recupera. La escuela maternal, que va de los 3 a los 6 años, debe ser obligatoria y la escuela primaria concentrarse en los saberes claves: la lectoescritura, las operaciones matemáticas y el respeto por los demás. Con la evolución se olvidó que la primera tecnología (la lectura) es fundamental en el mundo moderno.
Destrezas genéricas y técnicas La lectura fue la primera tecnología creada por el hombre y sigue siendo la generadora de todas las demás. Leer, escuchar recordar, pensar y comunicar son operaciones que precisan motivación, competencia y metodología. La educación no trabaja sobre ellas, porque los docentes dominan los contenidos pero no los métodos que como dijo Nietzche “son la mayor riqueza del hombre”.
Aprendizaje contextual
El niño es un explorador que intenta se equivoca, corrige y entonces aprende. Lo mismo sucede con la lectura y la escritura: si en su casa ve que se escribe y que se lee, poco a poco hará «juegos» de escritura y de lectura, viendo cómo lo hace su familia.
Son aprendizajes difíciles porque en las casas casi no se lee ni se escribe y no existe la cultura del ejemplo. Son mundos «desconocidos» porque nuestra cultura es oral. Casi todo se habla sin mensajes escritos. Entonces, el niño no aprende naturalmente sino artificialmente en la escuela.
Datos del contexto
La lengua escrita es un objeto social que forma parte de nuestro patrimonio cultural. La copia es apenas uno de los procedimientos para apropiarse de la escritura. Se aprende más inventando combinaciones que copiando o haciendo deberes. Son “datos contextuales” las escrituras que están en el mundo circundante. El uso de los “datos contextuales” es una actividad inteligente, no es “pura adivinación”. Es lo mismo que hace un adulto cuando se encuentra en una ciudad extranjera y no conoce la lengua: usa su experiencia previa y supone que el letrero que está arriba de una farmacia “dice farmacia” o que los letreros en las esquinas dicen “el nombre de la calle”.
Los niños trabajan cognitivamente (es decir, tratan de comprender) desde muy temprana edad informaciones de distinta procedencia:
La información la recibe en carteles callejeros, envases, prendas de vestir, TV, etc., o en forma específica cuando alguien les lee un cuento, les escribe su nombre o responde a sus preguntas. Alguien consulta el periódico para saber la hora y el lugar de algún espectáculo; indirectamente y sin pretender hacerlo, está informando al niño acerca de una de las funciones primordiales de la escritura en el mundo contemporáneo: la escritura sirve para transmitir información. Alguien consulta una agenda para llamar por teléfono a otra persona; indirectamente se informa que la lectoescritura: sirve para expandir la memoria, y que leyendo se puede recuperar una información olvidada. Se recibe una carta de un familiar y se comenta; y sin pretenderlo, se informa al niño que la escritura permite la comunicación a distancia.
En todas estas situaciones el propósito de los adultos no es informar al niño. Pero el niño recibe información sobre la función social de la escritura a través de participar en dichos actos. Es por una amplia y sostenida participación como comprende por qué la escritura es tan importante.
Por lo tanto en los primeros años debería montarse una escuela del lenguaje. Porque, debido a las diferencias sociales, la primera desigualdad que hay entre los chicos es la del acceso al lenguaje. La escuela maternal debe compensarla con juegos, música y métodos que permitan enriquecer su vocabulario. Es la clave de la lectoescritura. El dictado también es un ejercicio útil para que el niño entienda la lógica del lenguaje. También es importante entrenar su memoria.
El cerebro del niño es muy capaz, de aprender un segundo idioma.
Aprender a aprender
La pedagogía que se use es la clave para tener éxito en el sistema educativo. Con la revolución de las neurociencias cognitivas sabemos muchas más cosas sobre el cerebro humano y su forma de aprender de lo que sabíamos diez años atrás. Entonces no podemos seguir con los mismos discursos sobre la pedagogía, que a veces se presentan modernos pero que no lo son. Están los que están a favor del esfuerzo y los que están a favor del placer. Estos dos aspectos no deben oponerse. Debe haber exigencia y al mismo tiempo benevolencia hacia cada chico. Hay que superar falsas oposiciones pedagógicas.
La década del cerebro
Las neurociencias no bajaron a la escuela. Desde la década del cerebro (1990-2000), a través de neuroimágenes, los científicos observan al cerebro cuando piensa y experimentan con ilusiones ópticas y percepciones subliminales que no llegan a la conciencia.
Durante siglos la conciencia fue un tema filosófico, al extremo que el padre de la ciencia cognitiva -Geoge Miller- propuso dejar de usar el término en 1962.
Sin embargo, hoy está a la vanguardia neurocientífica. En abril de 2013, Barack Obama, presidente de Estados Unidos, anunció el plan BRAIN: “podemos identificar galaxias que están a años luz, estudiar partículas más pequeñas que un átomo, pero no hemos desentrañado el misterio de ese kilo y medio de materia situada entre las orejas”.
Todo cambió al poder realizar experimentos precisos. Lo que sienten o dicen los participantes se coteja con imágenes obtenidas con tecnologías de punta. La distracción provoca que ciertas imágenes se tornen invisibles a su mirada. En el video “El gorila invisible” de Simons y Chabris, el observador debe concentrarse en contar los pases entre varios jugadores de básquet y no ve al gorila que recorre la escena. Los tests derriban mitos como el multitasking. No es real que se puedan hacer varias tareas a la vez: las otras quedan en espera. Para lograr el acceso consciente no basta con prestar atención: hay que ingresarlo, retenerlo y hacerlo comunicable.
Veamos algo simple como aprender dactilografía. Al principio, el aprendizaje es lento y atento a cada movimiento, pero en pocas semanas se puede escribir al tacto. Cuando una conducta se automatiza pasa de la esfera consciente al inconsciente.
Si resucitara un neurocirujano del siglo pasado se sentiría perdido en el quirófano moderno. En cambio, un maestro estaría muy cómodo en el aula. Debemos convertir a la escuela en el gran laboratorio social donde los niños aprendan a usar su cerebro. La educación es la industria pesada de un país porque el futuro está sentado en el banco de la escuela. Como dijo Francois Rabelais: “La ciencia sin conciencia es la ruina del alma”.
Hay que seguir los pasos de Finlandia
Como el futuro no existe podemos inventarlo. El político hace mal en no apostar al futuro. Las encuestas lo condicionan a hacer sólo lo que suma votos. La verdadera política es el arte de alcanzar objetivos. Una visión magnética del futuro cambia el presente porque varía las acciones necesarias para producirlo. Vale más cambiar la mirada que los recursos ya que desarrollo no es lo que tenemos sino lo que hacemos con eso. Cuando Finlandia reconoció que era un país muy pobre como para no invertir en educación puso en marcha un proyecto que eliminó la pobreza. En Finlandia todos reciben una educación de primer nivel. Cualquier país puede generar cambios en poco tiempo si tiene un proyecto, una agenda y gobernantes eficaces y honestos. Y en 10 años como en Finlandia los maestros serán las estrellas de la sociedad.
Todos los países necesitan jerarquizar la profesión docente para que sea atractiva. En una sociedad sana el profesor es respetado por los padres, las instituciones y los alumnos. Lo importante es dar incentivos, sobre todo cuando van a barrios difíciles, o lugares lejanos. Lo mejor es que se recompense al equipo docente que alcance resultados.
La popularidad es algo muy frágil
Lo que me parece muy importante es recuperar una fuerte confianza de la sociedad en la escuela, más allá de los cambios políticos o pedagógicos. Crear un círculo virtuoso de confianza. Los dos principales factores de éxito de un sistema educativo son la formación de los maestros y la buena relación entre la familia y la escuela.
Ciudadanos del mundo global
La educación es un tema local, nacional e internacional, al mismo tiempo. Y no se oponen estas tres dimensiones. Es una cuestión cotidiana entre el maestro y el alumno, pero es también una cuestión mundial e internacional porque todos los países tienen los mismos retos: qué hacer, qué transmitir, cómo concebir la escuela en el mundo tecnológico. La cooperación ayuda a compartir lo que está bien en cada país.
Aprender a soñar
Varias veces cada noche construimos mundos llenos de creatividad, donde las reglas pueden romperse y los temores y deseos realizarse. Casi siempre apenas despertamos olvidamos las fantásticas historias que montamos. Soñar juega un rol clave en la memorización y el aprendizaje.
La Universidad de Harvard hizo navegar a un grupo en una computadora en un complejo laberinto. Luego les pidieron a la mitad que reflexionaran sobre la tarea realizada y cómo podían hacerla mejor. A la otra mitad les propusieron que durmieran una siesta. 6 horas después todos volvieron al laberinto. Los que durante el descanso soñaron con él tuvieron una mejora notable sobre los que pensaron en el tema o durmieron pero no soñaron con eso.
El pensamiento onírico es menos lógico o estructurado, por eso encuentra solución a problemas que no se pudieron resolver durante la vigilia. Eso convierte a los sueños en una herramienta poderosa para enfrentar dificultades y aprender. El desafío es poder controlar el contenido y soñar con lo que se quiere o necesita. Mientras las neurociencias buscan el camino para lograrlo hay que considerar que los sueños se nutren de las cosas que suceden en el día. La forma de estimularlos es dedicar tiempo a pensar o hacer cosas relacionadas con el sueño creativo que se quiera tener. La mente incorpora estímulos externos leves como sonidos en la trama de los sueños para no despertarnos. Usando los estímulos correctos se puede dirigir el sueño en la dirección deseada.
Aprender a emprender
Un cerebro emprendedor se adapta a nuevos escenarios. Del autoconocimiento obtiene el poder interior -empowerment- para inventar el futuro que anhela.
El hardware cerebral es el mismo: el cerebro de Einstein pesaba igual que el de cualquiera. Es decir que no valía por su peso sino por la forma en que hacía funcionar su software mental. La PNL- programación neurolingüística- es el camino a la excelencia. Programar conductas exitosas, automatizarlas a nivel neurológico por repetición, sin tener que pensar cada respuesta y expresarla en lenguaje verbal o no verbal, con la conducta. El riesgo de la PNL es repetir las respuestas en situaciones nuevas. La destrucción creativa es el antídoto. Consiste en evaluar los hábitos ante los cambios, detectar los programas que ya no sirven y autodestruirlos antes que lo haga un competidor. Como dijo Einstein “Es imposible progresar haciendo más de lo mismo”.
1- Hay que seleccionar objetivos magnéticos con alto valor agregado. Cualquier tarea implica tiempo y esfuerzo, por eso conviene hacer foco en tareas de alto rendimiento.
2- Crear un “Yo observador” de sí mismo para lograr la agudeza sensorial que refuerce la afinidad entre la acción y los fines.
3- Controlar los resultados y tener flexibilidad para cambiar los objetivos, los planes o las acciones según corresponda.
ACÁ cinco películas de Disney para educar niños emprendedores.
Dr. Horacio Krell. Director de Ilvem, mail de contacto [email protected]