Carlos Kasuga, Director del Grupo Yakult de México, es uno de los empresarios más reconocidos del país azteca. Es permanentemente invitado a dar conferencias en foros empresarios y universitarios porque su experiencia de vida es inspiradora.
Kasuga utiliza en sus disertaciones un estilo poco frecuente, con mucho humor, anécdotas personales y entrecruza permanentemente su amor por México y los puntos que le añadiría de la cultura nipona. Su vida y su empresa son el resultado de esa mixtura.
En este reportaje habla sobre como alcanzar la excelencia empresaria, tips para seleccionar buenos equipos, lo mejor de las empresas japonesas y occidentales y muchos temas más
ESCUCHÁ LA NOTA HACIENDO CLIC AQUÍ
hola me gustaria conocer mas sobre los 4 pasos ya que es un tema de expo para mi tarea
gracias agradecere su ayuda
Diana
En la nota hay un link con el audio de la nota con los 4 pasos
saludos
Muy interesante nota, enriquecedora de principio a final. Gracias por compartirla!
Valores de una Formación. Haciendo el recorrido de mi vida:
Cuando tenía cinco años mi segundo regalo recibí de parte de mi abuelo paterno, un caballo para que lo acompañe al campo para controlar las haciendas/el ganado. Con él aprendí las estrategias de negocio con el ganado, optimización del tiempo, aprovechamiento de los recursos y, otros.
Cuando me preguntan donde aprendí Economía me acuerdo de mi madre, cuando niño me hacia estas comparaciones: “Si yo tengo un animal vacuno con su cría y voy a extraerle toda la leche de su madre, no quedara nada para la cría.”
Concepto: La cría no tendrá suficiente leche para alimentarse, y con los dientes muy débiles todavía, no puede pastar lo suficiente, el crío se va a desarrollar con parásitos y muy débil. Tendremos una producción a mediano y largo plazo de muy baja calidad, por lo cual el valor de mercado no será el mejor para nosotros.
Otra comparación: Teníamos un proyecto de cultivos y la tierra estaba lista para el sembrado, pero debíamos esperar la lluvia que no venia, yo me impacientaba y me preocupaba por que había que preparar la tierra de nuevo y, me decía que de ser necesario ese año no se sembraría sino se daban las condiciones climáticas y naturales.
En cierta forma, mi madre fue mi primer mentor. Cuando era niño yo siempre estaba impaciente por intentar nuevos retos en todas las áreas: en casa, en el campo, e incluso en la escuela. Cuando las cosas no salían bien (¡y frecuentemente eso sucedía!) ella siempre me decía que no viera hacia atrás con tristeza, sino que siguiera adelante e intentara algo nuevo.
En nuestros emprendimientos muchas veces debemos ser paciente, esperar la oportunidad y, también estar en el lugar indicado, cultivar la mansedumbre.
Otra característica: Debía tener en cuenta de no subestimar a nadie, en especial a los más pequeños y débiles, el respeto por los animales y la naturaleza en general. Y no abusar del poder ni la fuerza; Siempre hay alguien más fuerte.
Mi padre, me recordaba siempre cuando era chico, que debía cultivar la humildad por sobre toda las cosas. Me hablaba de esa puerta grande que tiene el hombre; La vida no mide el fracaso ni los éxitos sino el corazón grande, valiente, capas de darse en todo sin esperar nada a cambio, que no se jacta del éxito, no vive de ello ni para ello, convive con ellos.
Cuando pienso en delegar: Mi padre me enseño, con su ejemplo, delegándome responsabilidad y confianza. Me consultaba y consensuaba conmigo para estar siempre de acuerdo con la estrategia y objetivos que teníamos en común. También conocí un amigo en mis primeros años como emprendedor que venia del mundo corporativo y me hiso una observación: “Pibe para poder crecer es necesario aprender a delegar”. Una cultura inminente.
Entre Algunos valores que apuntalaron mis principios, se encuentra la vez que emprendí mi éxodo con un amigo de mi padre con quien luego aprendí el oficio que hoy llevo adelante; desde Manantiales dpto. Mburucuya pcia. de Corrientes mi pago natal, con trece años de edad asía Capital Federal. Mi padre me palmeo el hombro y me dijo “anda tranquilo, vos ya sabes lo que tenes que hacer”.
Cuando tenía diez y seis (16) años, me puse a trabajar para cuando me tenía que independizar, sabía que no me faltaba mucho, entonces comencé a trabajar sobre como sería mi carácter, mi ser, para cultivar una formación de “cómo debía relacionarme con mis colaboradores”. Eso me llevó a formar un carácter un ser y darles el lugar que le corresponde a cada uno y pensaba, “como me gustaría ser tratado como empleado”. Bueno, eso era lo que debía ofrecerle a cada uno de ellos.
Héctor R Aguirre. (WWW.Hemos.org)
Marce sin palabra, sos un Groso!!.
Gracias Hector, una maravilla tu testimonio
saludos esta muy bueno el temma si se pudiera quisiera conseguir el correo de Carlos Kasuga Osaca si lo tienen o lo encuentran pasenlo porfavor me gustaria conoserlo en persona mi correo es [email protected] gracias de antemano
Me encanto tu artículo, muy bueno. Gracias
por el valor que das a la industria.
Hola. me pueden decir dónde puedo adquirir el libro de Don Carlos, por favor? Gracias