Un proyecto del concurso IDEAS consigue una importante subvención de la Unión Europea (EU) que les permitirá expandir sus esfuerzos a más zonas aisladas del Perú rural
El proyecto “Diseñando, probando y vendiendo ruedas de agua altamente eficientes”, uno de los ganadores del Concurso de Innovación Energética, IDEAS del 2009 de GVEP International recibió ahora una subvención de 1.5 millones de euros para seguir implementando sus planes en las zonas rurales del país.
La propuesta de presentada a la Unión Europea propone crear un sistema de interconexión energética con riogeneradores en comunidades rurales en las zonas alto andinas. Este sistema generará energía eléctrica de uso doméstico y proveerá de agua para riego a más de 6,500 pobladores de 32 comunidades en Cusco y Huancavelica. Pero el proyecto no sólo busca llevar servicios básicos a la población sino también capacitar a personas de las localidades para que se conviertan en empresarios fabricantes de estas ruedas.
Para Miguel Hadzich, coordinador del Centro de Apoyo Rural de la Pontificia Universidad Católica (PUCP) esta nueva subvención europea tiene un significado muy grande para los pueblos más pobres de zonas altas de Cusco y Huancavelica. “Estas son 32 comunidades a las que nunca les llegará la electricidad – por estar muy lejos de la red eléctrica nacional lo cual no resulta rentable para las empresas eléctricas – tienen la oportunidad de acceder a la energía eléctrica e incluso al bombeo de agua”.
Hadzich, señaló también que gracias al concurso IDEAS de GVEP International, “la gente se dio cuenta de las potencialidades de esta tecnología de las ruedas hidráulicas y ahora están empezando a utilizarlas”, y agregó “si no habríamos tenido el apoyo de GVEP para las primeras ruedas no habría sido posible dar este segundo paso tan importante”.
GVEP International, con sus socios Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ) lanzó el concurso IDEAS en el 2009 para promover el acceso a modernos servicios de energía a través del apoyo que se brinda a empresarios locales a crear negocios rentables y sostenibles.
“Nuestra subvención apoyó el desarrollo del prototipo de las ruedas altamente eficientes y dentro de la financiación se incluyó programas de capacitación para que personas de las zonas rurales puedan construir, instalar y garantizar la sostenibilidad del proyecto”, dice Pedro Gamio, Director Regional de GVEP International para América Latina. “Esta importante subvención de la Unión Europea es un reconocimiento a que esa idea inicial tiene un gran valor”, agregó Gamio.
Desde el comienzo del proyecto con GVEP, el Centro de Apoyo Rural de la PUCP ha instalado en total cinco ruedas hidráulicas, en la costa y sierra peruana, y además ya tienen entrenados a 28 personas, entre técnicos capaces de dar mantenimiento a las ruedas y personas que entiendan el mejor manejo y uso de las mismas.
Por otro lado, un claro ejemplo de cómo se puede utilizar la rueda de manera productiva está sucediendo en la zona cafetera de Huiro en Cuzco. Ahí, 16 familias están despulpando la cereza del café con la energía generada por la rueda hidráulica, sin necesidad de comprar combustible. Antes, para despulpar 20 quintales de café (alrededor de 1,000 kilos) necesitaba no sólo comprar combustible sino trabajar arduamente durante 15 días. Ahora, con la rueda, esa misma cantidad la pueden despulpar en tres días y no hay necesidad de comprar combustible.
En cuanto al ahorro de carbono, el Centro de Apoyo Rural de la PUCP ha calculado que, con las cinco ruedas que tienen instaladas en Perú, se ha ahorrado 1.68tCO₂.
Miguel Hadzich asegura que las ruedas serán sostenibles en el tiempo porque “tanto GVEP International como la UE tienen el mismo esquema de sostenibilidad. Estamos enseñando a las pequeñas empresas que sean ellos los que hagan las reparaciones y el mantenimiento de las ruedas, así como sus futuras ventas ya que el proyecto los capacita en lo que se refiere a gestión de empresa”.
En Cusco, estas ruedas ya están siendo reproducidas de manera independiente por empresarios locales que han sido capacitados por el proyecto. Además, ya hay tres técnicos capacitador para supervisar el buen funcionamiento de las mismas.
Ahora, con la subvención de la UE todos estos beneficios serán seguramente replicados. De acuerdo a los planes, en un lapso de cuatro años, la PUCP implementaran 32 máquinas (riogeneradores) que bombearán agua y generarán luz a 16 comunidades o centros poblados de Cusco y otras 16 de Huancavelica, zonas que no están comprendidas en los proyectos de electrificación rural del Estado.
“Lo interesante del proyecto es que estas ruedas tienen una tecnología antiquísima pero que se dejó de lado con el aprovechamiento del petróleo”, dice Miguel Hadzich. “De esta forma el agua cae o corre, según sea el caso y literalmente se hace la luz en lugares donde antes no había posibilidad de encender ni siquiera un foco”.
En esta última convocatoria global de medio ambiente que la UE hubo un lote específico para energía donde “se evaluó la innovación, el criterio de legibilidad, si es pertinente al país y además si cubría las necesidades de la zona”. El proyecto de las 32 ruedas, que fue entre los tres seleccionados para América Latina y el único en Perú, destacó “por su modelo innovador que permite aprovechar los recursos de las zonas andinas, es de bajo costo y replicable en otras zonas rurales del país y otros escenarios del mundo”.
“El proyecto es prioritario en cuenta a la promoción y uso de energías renovables”, señaló Jean-Charles Fiehrer, Jefe de Cooperación al Desarrollo de la Unión Europea en Perú. “Responde bien a las necesidades locales y regionales y asimismo, a una de las prioridades del Programa Temático de Medio Ambiente, Agua y Energía de la Comisión Europea, que es el uso de energías sostenibles”.
Este programa de la cooperación europea busca promover e integrar las políticas de medio ambiente, agua y de energía de la UE en sus acciones exteriores, y a la vez busca promover la aplicación de los compromisos acordados a nivel internacional en ámbitos relacionados al medio ambiente.
Además de la instalación de 32 máquinas en las zonas más necesitadas de Cuzco y Huancavelica, el Grupo PUCP plantea la construcción de centros comunales de aprendizaje en los lugares intervenidos, denominados Yachaiwasi (casa del saber en el idioma andino quechua). Estos están destinados a la transferencia tecnológica y el desarrollo de capacidades de la población beneficiaria, así como la capacitación de líderes comunales bajo la metodología Yachachiq. Con esto las personas capacitadas podrán fabricar, instalar, utilizar y mantener las tecnologías energéticas limpias aplicables a sus centros poblados, así como impartir tales conocimientos a los suyos.
“Este proyecto se merece esta nueva subvención porque se presenta como una alternativa eficaz para el desarrollo en lugares a los que usualmente no llega el estado», dice Pedro Gamio de GVEP.