¿Existen las empresas de amigos? O mejor dicho, ¿las empresas formadas por amigos tienen alguna particularidad que las distinga de las empresas de socios, o de parientes?
Creemos que las empresas formadas por amigos tienen ciertos aspectos particulares: no son las típicas empresas de socios, porque entre amigos hay un vínculo preexistente de confianza y afecto; no son empresas familiares, porque los amigos obviamente no tienen porqué ser parientes entre sí, si bien comparten esto de que hay algo más allá de la empresa, algo que hace que cuando los socios están fuera de la oficina, siguen compartiendo su tiempo libre, y, todavía más, una historia y una visión.
¿Qué hace que una empresa fundada por amigos pueda sobrevivir y otra no? ¿Hay cuestiones que le son propias? ¿Qué cosas tener en cuenta a la hora de largarse?
Para poner una empresa con un amigo y no morir en el intento, creemos que vale la pena considerar desde el principio cuestiones tales como:
- Tener en cuenta que la amistad se va a poner a prueba, y no una, sino varias veces a lo largo del ciclo de vida de la sociedad.
- Considerar que hay un valor compartido por todos: la amistad deberá prevalecer por sobre el vínculo societario; si esto no se da, serán (buenos) socios, pero ya no amigos.
- Pasar de la buena idea de inicio a una distribución de roles que atienda lo que mejor cada cual sabe hacer y más le gusta.
- Repartirse equitativamente las tareas que a ninguno le gusta hacer, y rotarlas a lo largo del tiempo.
- Distinguir entre el premio por el capital con el que cada uno ha contribuido y el sueldo por el trabajo que cada uno desempeña cotidianamente.
- A medida que pasa el tiempo, dejar incidir en cada sueldo el valor cierto de mercado, aunque algunos socios terminen ganando más que otros.
- Tener en cuenta a la hora de intercambiar opiniones cuál es el sombrero que se está llevando: el de amigo, el de socio, el de empleado.
- Considerar que en algún momento alguno de los socios, o todos, van a tener que liderar equipos, y que para eso hay que desear hacerlo y entrenarse.
- Como medida sanitaria, mantener a las parejas y al resto de las familias fuera de la escena.
- Tener presente que los hijos crecen, y que posiblemente aspiren a sumarse a la organización — y no siempre los hijos de cada uno son amigos entre sí.
- Pensar que a veces es mejor traer un gerente o un especialista del mercado, y dedicarse a otra cosa (¡sin dejar de ser socio!).
- Hacer un ejercicio frecuente de la comunicación: animarse hablar todos los temas, aun los más espinosos, sin dejar que el tiempo empeore las cosas no dicha
- Por sobre todo, mantener el espíritu fundacional, ese que había en el momento en que se concibió la idea, donde había ganas de jugarse juntos, compartiendo una misma visión de cómo generar valor para la sociedad y para cada uno.
Diego Bercovich. Es consultor en diseño de organizaciones para empresas medianas, y titular de Bercovich y asociados
Sucede a veces, que una empresa se funda, y no hay una buena comunicación
entre sus integrantes.
A veces, se reparten el dinero de acurdo a lo que cada uno ha invertido, y no,
de acuerdo al esfuerzo hecho.
Todos los puntos de vista son interesantes.
Hola, muy interesante el articulo, felicitaciones.
Yo estudie el comportamiento de empresas de amigos y trate de darle definición a esta problemática. Creo que habría que estudiar estas tipo de empresas ya que son tan importante para la economía regional como los vínculos sociales. Darle la importancia como sea hecho a las empresa familiares y un poco mas ya que estas son mas fuerte en los vínculos.
En la sig. vinculo encontraran todos mis resultados, recomendaciones para encarar un negocio de este tipo http://www.facebook.com/pages/EMPRESA-DE-AMIGOS/105289693874
Teniendo en cuenta la dificultad de conseguir trabajo en relación de dependencia, con el agregado muchas veces, de dificultades salariales, se determina que eqt bueno iniciar una pyme por pequeña que sea.