A la hora de presentarse a una entrevista laboral existen varias recomendaciones sobre “que sí y qué no” hacer frente al entrevistador, que la mayoría de los postulantes conoce y pone en práctica en ese momento: vestirse adecuadamente, ser puntual, no cruzarse de brazos y piernas, no comer chicle, no usar lentes de sol, mostrarse seguro, entre otras.
Estas sugerencias siempre fueron muy valoradas, pero hoy se han transformado en un estándar generalizado que nadie olvida cuando se encuentra en una situación de entrevista. Por este motivo, es necesario considerar otros aspectos que generan valor agregado y permiten tener éxito en una búsqueda laboral.
Existen cinco variables para lograr diferenciarse de los competidores en una entrevista de trabajo.
La primera es tener en claro por qué se realizó la postulación para el puesto en cuestión. En estos casos, lo importantes es no minimizarse con argumentos como “fue lo único que conseguí” o “envié mi currículum a varios lugares y de aquí me llamaron”, y tampoco maximizar la búsqueda en sí. Lo ideal es hacer hincapié en las aspiraciones profesionales, contando los deseos de crecimiento y las ganas de hacer cambios que permitan progresar.
Esto se relaciona directamente con la segunda variable, que implica no venderse a uno mismo como un fin sin objetivos, sino enfatizar las cualidades en función de las características que requiere el puesto y del estilo de la compañía que realiza la búsqueda. De esta manera, el entrevistador notará la empatía entre el perfil y los requerimientos de la posición, aumentando las posibilidades de obtenerla.
La tercera variable es responder algo diferente frente a una pregunta tradicional. Es decir, buscar el diferenciador con una respuesta bien pensada y distinta a las respuestas armadas que se suelen dar en una entrevista. Lo que se recomienda es presentar argumentos consistentes, utilizando adjetivos que no caigan en el común denominador y que permitan mostrar una personalidad sólida, creativa e idónea para el puesto vacante.
Incluir otros temas como hobbies, aficiones y deportes y es otro factor importante, ya que no hablar sólo de la experiencia laboral le dará al entrevistador un panorama más amplio del perfil el entrevistado. Hoy en día las compañías buscan personas que tengan otros intereses además del trabajo, ya que eso brinda apertura mental y otros conocimientos y experiencias que favorecen, luego e indirectamente, a la práctica laboral y al entorno en el que ésta se desarrolla.
Finalmente, la quinta variable implica a las nuevas tecnologías, que llegaron, entre otras cosas, para revolucionar la manera en que se realiza la gestión tradicional de los recursos humanos. La Web permite a los aspirantes a un puesto investigar sobre la empresa que realiza dicha búsqueda, esto es algo conocido y que la mayoría de las personas realiza. Pero las redes sociales que allí dentro se han gestado, como Linkedin por ejemplo, posibilitan además conocer el perfil de personas que hayan trabajado o que actualmente formen parte del staff de la compañía. Y como conocer a los integrantes es conocer a la empresa en sí misma, esta herramienta es un recurso altamente útil.
Desde mi experiencia en el ámbito de los recursos humanos, debo decir que la diferenciación es un valor agregado esencial a la hora de tomar decisiones de contratación, sobre todo en un mercado en donde la demanda de profesionales va en aumento. Por eso, es importante que los entrevistados delimiten una estrategia a la hora de presentarse a una entrevista, que les permita mostrar algo más que lo que podemos encontrar en sus curriculums, y que cautive a los entrevistadores. La estrategia es la clave para lograr el valor diferencial y en consecuencia, tener éxito en una entrevista laboral.
Rosana Duarte, Directora de Guía Laboral Grupo RHUO
Muy bueno!!.