La parte idílica de lanzar una startup es fabulosa, pero la realidad es diferente. Poner en marcha el negocio propio puede ocasionar mucho estrés. Te compartimos algunos tips para mantenerlo a raya.
Tener el sueño de emprender y hacerlo realidad convertido en startup es un sueño que cumplen cada vez más personas en todo el mundo. Contado así, suena maravilloso, pero en la práctica, resulta un proceso complicado que suele provocar mucho estrés en los emprendedores, independientemente de si el negocio sea un éxito o fracase
Muchas horas de trabajo, demasiado trabajo en simultáneo y, por sobre infinidad de cosas en las que pensar y resolver, conforman un cóctel poderoso que mina la calma y serenidad de cualquiera.
Cuando sientas que el cansancio, frustración, el pesimismo o cualquiera de las formas con las que se camufla el estrés te estén acechando, lo mejor que puedes hacer es consultar con un médico, con un coach o con un counselor. Y hoy, con la pandemia acelerando los tiempos de la transformación digital, Internet ofrece la posibilidad de encontrar respuestas para enfrentar el estrés, la angustia o la depresión en forma segura en sitios como BetterHelp, por ejemplo.
Pero volviendo a nuestro tema, ya que emprender y estresarte caminan mucho tiempo de la mano, compartimos una serie de consejos básicos que te ayudarán a desestresarte y no poner en riesgo tu salud física, mental y espiritual. Toma nota:
Identifica las fuentes de tu estrés
Seguramente, si estás en un momento álgido y alguien te pregunta que te estresa, tu primer impulso será responder “¡todo!”, y a los gritos.
Lo ideal es no responder en el acto y hacerlo cuando te sientas más tranquilo. Antes de cualquier respuesta es aconsejable mirar hacia atrás y pensar en las veces en las que has estado más estresado. ¿Qué tienen en común? ¿Es un tipo de situación determinada o tu forma de responder a ella? Saber en qué momentos tiendes a estresarte te ayudará a prevenir esas situaciones e intentar cambiarlas.
Si no tienes tanto tiempo para elaborar tu respuesta, tómate 15 segundos al menos para respirar pausadamente. Cuando contestamos impulsivamente nos conectamos con nuestro subconsciente, que es donde se alojan las experiencias. Si nos tomamos esos segundos antes de contestar, podremos conectarnos con nuestra mente consciente y la respuesta será más atinada, prudente y propensa a la solución antes que a la confrontación.
Organiza tu cabeza
Un emprendedor tiene siempre mil cosas en la cabeza y esto es una de las principales fuentes de estrés. Centrarse en una tarea parece imposible, ya que en el fondo está siempre todo eso que todavía tienes que hacer al acecho. Por eso, la clave es organizar y estructurar los días. ¿Cómo? Haciendo algo tan simple como listas de cosas que tienes que hacer; porque al ponerlas en un papel puedes quitarlas de la cabeza.
El siguiente paso es organizar cuándo vas a hacer cada una de las cosas en forma realista. Serás más productivo y estarás más tranquilo.
Respetar los tiempos de descanso
Es muy probable que tu rutina de gimnasio o tu vida social estén siempre a centímetros de queda relegadas por la tonelada de trabajo acumulado. Aunque lo pienses, no lo hagas. No es una buena idea,
Reestructura tu planificación sin eliminar esos momentos de ocio que son importantes tanto para conseguir ser más productivo, como para que tu trabajo sea de mejor calidad. El cerebro necesita descansar y realizar actividades distintas para mantenerse en forma. Ahhh, y de paso, serás más feliz.
Reduce y organiza las distracciones
Uno de los grandes enemigos de los emprendedores es la procrastinación. Cualquier distracción es buena para no hacer lo que hay que hacer y son las que no seas capaz de centrarte en lo que estás haciendo. Esto trae demoras y resultados que no son los deseados.
La mejor manera de reducir las distracciones evitables es reconocerlas y organizarte para minimizarlas. Una buena forma es dedicar un espacio diario definido para las tareas que deben ser atendidas si o si, como contestar mails, hacer tormentas de ideas, gestionar las redes sociales de tu startup, etc.
Pensamiento positivo
Céntrate en lo que has hecho y no en todo lo que todavía tienes que hacer. Este pequeño cambio de perspectiva eliminará un montón de estrés. Si además vas aprendiendo a organizarte de forma realista (no planees para un día cosas que no te va a dar tiempo a hacer), lograrás acabar las jornadas con la sensación de deber cumplido.
Elimina los “to do lists”
Las listas de pendientes son como hiedras que no dejan de crecer y crecer hasta convertirse en un peso difícil de soportar.
Un buen ejercicio para alivianar la carga es hacer listas de “lo que hice” y realiza un seguimiento de tu productividad. Vas a sentirte más motivado al ir agregando logros a tu lista, en lugar de sentirte descorazonado si no lo haces.
Escribe
Una investigación de la Universidad de Texas, llevada a cabo en 2005, concluyó que escribir regularmente es muy beneficioso para la salud porque alivia el estrés, reduce los riesgos de depresión y refuerza el sistema inmunitario.
Uno de los experimentos del estudio comprobó que las personas que tenían algún problema de salud y escribían sobre ello tres o cuatro veces por semana, durante unos 15 minutos, visitaban al médico la mitad de las veces que aquellos que no escribían. Además, los que lo hacían tenían más anticuerpos y producían menos cortisol, la hormona del estrés.
Otro buen ejercicio es escribir sobre nuestras metas y objetivos. Tenemos cerca de 60 mil pensamientos al día y muchos de ellos se pierden si no dedicamos tiempo para desarrollarlos. Por eso, escribir sobre nuestros objetivos ayuda a refinar los procesos de pensamiento y a aclarar nuestros deseos. Las investigaciones muestran que escribir un diario sobre nuestras metas tiene un gran impacto en el aumento de la probabilidad de alcanzarlas porque nos motiva a dar acción a nuestro plan.
Además, cuando logramos nuestros objetivos, el cerebro libera dopamina, un neurotransmisor responsable por desencadenar una sensación de placer.
Bienvenidos los procesos
La realidad es que las lecciones de aprendizaje y sus frutos se siembran y cosechan en el camino hacia un objetivo y no en el logro de éste.
Si alguna vez has jugado en un equipo entonces sabes que la consistencia es lo que se obtiene en la rutina diaria de mostrar y aplicar lo que has aprendido. No es tanto las “jugadas” que se aprenden, sino en que el hábito de aprender se convierte en un proceso ganador.
Practica ser una buena persona
La actitud es contagiosa. Actos de bondad al azar ayudan a alegrar el día a cualquiera. La persona que los recibe estará gratamente sorprendida de que has aparecido en su camino y, a cambio, tú te sentirás positivo de ayudar a otro.
Por un lado, el estrés no es divertido, ya que se come tus propósitos. Por otro lado, sin embargo, sirve como un combustible. El secreto es controlar tu estrés y manejar su impacto en tu startup.