«Actualmente, la negociación se está convirtiendo en una de las habilidades más importantes que debe poseer un directivo. A medida que las organizaciones pasan de ser pirámides jerárquicas a ser redes horizontales, hay una revolución en la forma de tomar decisiones. Ya sea porque hay que dar órdenes de abajo hacia arriba o porque se debe negociar horizontalmente, en el trabajo cotidiano dependemos de docenas de individuos y compañías sobre las que no ejercemos un control directo. Pero ya no basta simplemente con dar órdenes, la realidad nos obliga a negociar.
En el mundo empresarial, cada vez más, la responsabilidad del trabajo descansa en equipos y en fuerzas de tareas. Los negocios se llevan a cabo a través de asociaciones y de alianzas estratégicas. Y el crecimiento se logra muchas veces mediante fusiones y adquisiciones. Cada una de estas formas organizacionales exige una negociación continua y, a medida que el ambiente de negocios cambia, se impone la «renegociación». Por lo tanto, la única opción que tenemos es la de aprender a tomar decisiones en conjunto».