Cala Pizza cuenta actualmente con cinco locales en los que reciben a aproximadamente 20.000 clientes por mes, a los que se le suman los más de 4.500 delivery que se entregan mensualmente. Dos de estos locales, los ubicados en San Isidro y Plaza San Martín, son propios, mientras que los otros tres ubicados en Recoleta, Pinamar y Santa Bárbara son franquicias que fueron cedidas a ex empleados y ex socios de la firma, como prueba piloto.
Actualmente, y debido al éxito y buenos resultados que trajo esta experiencia, Cala Pizza quiere continuar creciendo a través del sistema de franquicias. Este sistema contempla el otorgamiento de know-how, desde el management hasta la capacitación y selección de personal. Es exportable y requiere una inversión inicial de U$S85.000 estimando que se recuperan entre los 18 y 24 meses.
Luego de varios años de experiencia en el rubro gastronómico, Alfredo Casaubón concluye que “las franquicias son una buena solución para que los dueños de los locales estén presentes activamente en el negocio y en el día a día de los mismos. Este es un factor que mejora notablemente el rendimiento de cada restaurant”.
Cala Pizza nació en 2001 en Pinamar como una empresa familiar y rápidamente se posicionó como una compañía destacada por la calidad de su menú y por la atención personalizada. Todos sus productos son de elaboración casera y fueron evolucionando hasta encontrar la medida justa para el típico paladar argentino.
Para mayor información acceder a: www.calapizza.com.ar