La fidelización se apoya en la necesidad de pertenencia de las personas y a partir de allí mantener dicha pertenencia mediante estímulos.
Usualmente, el vértigo de lo cotidiano nos hace perder de vista que nuestros propios colaboradores también deben ser foco de la atención del emprendedor, no sólo en las exigencias, sino también en lo que reciben como personas. Lo que reciban del emprendedor será devuelto con creces al emprendimiento.
El equipo a favor del emprendimiento
Una de las cuestiones más sofisticadas en la gestión de cualquier emprendimiento es lograr que el equipo, sea propio o tercerizado, esté asociado al proyecto. Esta condición, que sea propio o tercerizado, no está vinculada directamente con el nivel de dificultad.
El factor clave de la asociación sólida y sustentable de las personas con el emprendimiento es que cada una de ellas tenga un vínculo emocional con el mismo. Para ser más preciso, es necesario que el desarrollo del emprendimiento ofrezca alguna respuesta al deseo de cada persona.
De acuerdo a la calidad de este vínculo, existen tres estados posibles. El positivo, que es el estado ideal; el neutro, en el que el vínculo no existe, pero la tarea que la persona desarrolla no le genera incomodidades importantes; por último el estado negativo, en el que la persona se siente fuera del proyecto e incómoda en su relación con el mismo y, a veces, con quienes sí están asociados al proyecto.
Management actual vs. Vieja gerencia
Estos conceptos que nos brinda el management actual están en las antípodas del “ponerse la camiseta” que manejaba la vieja gerencia. Esa idea es literalmente ponerse algo externo para vivirlo como propio. La esencia misma del concepto contiene la razón de su fracaso. Nadie, a no ser por motivos estrictamente transaccionales, puede vivir lo ajeno como propio. Y aún así, con un motivo transaccional de por medio, no es sustentable en el tiempo. Ni el mayor estímulo que produce una relación meramente transaccional logra sacar lo mejor de cada persona al servicio del desarrollo del emprendimiento.
Por eso es importante lograr que lo mejor que tienen las personas para brindar al emprendimiento, tenga espacio para ser puesto en juego en el proyecto. Este concepto, superador de la instancia transaccional, es el gran diferenciador y abre las puertas al bienestar del equipo en la organización.
Fidelización
Todo lo dicho hasta ahora nos permite ingresar en el terreno de la fidelización.
Fidelizar es asociar a una población a un emprendimiento determinado. Como bien sabemos, la fidelización se apoya en la necesidad de pertenencia de las personas y a partir de allí mantener dicha pertenencia mediante estímulos. En los programas de fidelización para clientes, la estimulación se produce mediante obsequios reduciéndose al plano meramente transaccional.
En cambio, y a tono con todo lo que venimos desarrollando en este artículo, la fidelización interna no se sostiene en el plano transaccional, aunque muchas empresas lo apliquen de esta forma. Las organizaciones que aspiran a obtener lo mejor de cada colaborador apuntan a lograr un compromiso de mayor calidad, más profundo. Se garantizan así una relación con mayor tendencia a la renovación y a la innovación.
Como siempre decimos: todo muy lindo pero…..es hora de pasar a la práctica. Vamos por una serie de tips para lograr la fidelización de nuestro equipo:
1. Conocé a tu gente
Es necesario saber cuáles son las motivaciones de cada individuo que integra el emprendimiento. Sólo así sabremos cuales de sus inquietudes podrán canalizar en aquellas tareas que son afines a los objetivos de cada rol. Si es posible, tener en cuenta este aspecto a la hora de una búsqueda y selección de nuevos colaboradores.
2. Creá una estructura flexible
Armá una estructura organizacional que contemple modificaciones sin que afecte los resultados de la gestión. Esta estructura permite ser modificada y que las personas asuman roles distintos sin afectar de forma importante el desarrollo de los procesos.
3. Dotá a tus colaboradores de herramientas técnicas y emocionales
La mayor calidad de la caja de herramientas garantiza mayor calidad en la gestión. Y mayor flexibilidad para reubicarse ágilmente en la organización.
4. Demostrá valoración por los aportes de cada integrante del equipo
Las personas, más allá de la seguridad por lo que generan, necesitan una devolución periódica sobre el valor de lo que producen para el emprendimiento.
5. Tolerá errores en el trabajo de cada miembro
Demostrales y demostrate que el error es una posibilidad de crecimiento. Trabajen en equipo a partir de los errores concretos y saquen conclusiones que enriquezcan la gestión del equipo.
6. Estimulá a que cada persona presente sus iniciativas
Es bueno que la gente se sienta escuchada y sienta que sus ideas y proyectos son bien recibidos, considerados y puestos en práctica.
7. La comunicación como herramienta estrella
Hacé de la comunicación la herramienta más utilizada. Que todos conozcan las buenas ideas de los demás y que todos puedan colaborar en la práctica.
No hay mejor forma de fidelizar a los colaboradores, que integrándolos al proyecto de manera transparente y dándoles espacio para que canalizen sus inquietudes.