Como todas las cualidades es muy probable que la creatividad no sea una excepción. Excepción en el sentido que una buena parte de ella disponga de un sustrato y un origen genético.
Pero también estoy seguro que puede aprenderse, desarrollarse, estimularse y perfeccionarse con buena perfomance final. En las personas y en las organizaciones.
Ahora bien. Pienso utilizar como ejemplo los logros de Jamaica en las pruebas de velocidad de los Juegos Olímpicos.
Intentando demostrar esa abrumadora superioridad (oro en masculino y femenino, además de triple podio en esta última) algunos científicos e investigadores esbozaron argumentos, tomados de AFP, como los siguientes:
• “Eran hombres fuertes con un pie adaptado para las carreras en la sabana, un pie muy abierto. Sólo los más resistentes de esa trata de negros sobrevivían a la travesía y los plantadores de Jamaica contaban con los mejores porque la primera escala era su isla», recuerda Carlo Vittori, ex entrenador del ‘sprint’ italiano. Pero, más que en la fuerza de los músculos y la selección natural, Carlo Vittori cree en la importancia de la educación y en la «motivación psicológica que estimula las hormonas y en particular la testosterona».
• La cultura del ‘sprint’ se respira a fondo en las competiciones reservadas a las High Schools de enseñanza segundaria, que cada año llenan el estadio de Kingston en un gran evento nacional, según un periodista local.«Desde los 13 ó 14 años, se detecta a los mejores y se les selecciona. Que yo sepa, no existe nada comparable en todo el mundo», explica. Para esos jóvenes, triunfar en las pistas es la mejor manera de cambiar su vida y la de sus familias.
• En una proporción de 70, frente al 30 en un grupo de atletas australianos, los jamaicanos presentaban una sustancia, el actinen A, indispensable para la contracción de las fibras musculares rápidas de la pierna, según el profesor Errol Morrison, presidente de la Universidad de Tecnología donde estudia Asafa Powell.
Pues bien, nada me impide pensar que si en las organizaciones insuflamos un espíritu de creatividad, con el tiempo, y solo con él, pueda desarrollarse un ADN, donde no pueda respirarse otro ambiente que no sea de creatividad, nuevas ideas e innovaciones sin necesidad de implementar rígidos programas que, una vez finalizados, vuelven a las organizaciones a “fojas cero”.
Si Jamaica lo hizo con la velocidad, su empresa lo puede hacer con la creatividad.
Prof. Germán Castaños