La compañía Brighteye Ventures, de reciente creación, acaba de anunciar el cierre de su primer fondo.
Es un hecho: la innovación tecnológica llega a todos y cada uno de los sectores de la sociedad. Incluso a aquellos en los que pudiera parecer que tienen menos vías para canalizarla. Sobre el papel de la tecnología en la educación se ha hablado, y escrito, largo y tendido, con ofertas muy visuales, como la inserción de elementos en las aulas tipo tablets o pizarras electrónicas, o con la creación de plataformas compartidas entre educadores y alumnos.
Sin embargo, el sector educativo plantea muchas posibilidades para las empresas emergentes que quieran llevar sus soluciones innovadoras hasta el terreno de la formación, y por el momento no se han explotado (o, al menos, no al ritmo que otros como el sector financiero, con sus fintech, o seguros e insurtech). Para apoyar estas iniciativas nacía en verano Brighteye Ventures, fundada por los emprendedores Alex Spiro y Benoit Wirz, que se publicita como “la primera y más grande firma de capital riesgo paneuropea centrada en el sector edtech“.
Ahora, Brighteye acaba de cerrar su primer fondo para startups de este tipo, valorado en 50 millones de euros. Según recoge el medio TechCrunch, la firma invertirá en proyectos que “empleen la tecnología para mejorar el aprendizaje y la creatividad”, relacionados tanto con educación primaria y secundaria como de enseñanza universitaria y formación continua.
Se buscarán iniciativas que estén en fase semilla o en rondas de serie A y B, con el propósito de liderar la inversión en Europa e Israel y participar como co-inversor en proyectos de Estados Unidos. Las financiaciones abarcarán un rango de 500.000 a 3 millones de euro por iniciativa, estimándose en unas 20 compañías las que se favorecerán en los próximos 3 años.
Desde Brighteye Ventures, con base en París, han apoyado por el momento dos proyectos de apps de consumo, Epic! y Lightneer, diseñadas para mejorar la experiencia de aprendizaje para niños.