Las mujeres han logrado perforar algunos techos de cristal, pero el mundo del capital de riesgo parece tener cerrada para ellas una gruesa puerta de cristal. La crisis financiera de 2008 cortó la expansión del negocio que permitía la gradual incorporación del sexo femenino.
Según revela Donna Goodison, las mujeres representaban sólo 11% de los inversores en CR (capital de riesgo), datos resultantes de un censo realizado por la National Venture Capital Association y Dow Jones VentureSource. La mayoría de los respondentes fueron hombres blancos.
“Este negocio tiene algo de club, y no creo que nadie lo pueda negar”, dice María Cirino, cofundadora y directora general de 406 Ventures, una firma de capital de riesgo en Boston. “Se puede decir de muchos negocios donde la diversidad ha avanzado mucho, pero no creo que el nuestro esté en esa lista”.
Entre 1999 y 2001 la actividad se expandía e incorporaba mujeres a su fuerza laboral, pero después de la crisis financiera de 2008, según Cirino, el capital que se mueve es mucho menor y eso afecta las iniciativas de diversidad, si es que alguna vez existieron”. Pero señala un detalle novedoso. Hay muchos socios entre quienes controlan bolsas de dinero que han creado mandatos específicos en la última década para que parte de ese capital sea colocado en manos de inversionistas de riesgo del sexo femenino.
Para Michael Greeley, socio en Flybridge Capital Partners, también de Boston, ve la ausencia de mujeres como una de las grandes tragedias del negocio. “No refleja nuestra base de clientes. Eso va a cambiar porque hay tantos emprendimientos exitosos que no son de hombres blancos: hay indios, hay negros, hay mujeres… son las “minorías”.
El capital de riesgo se hace por aprendizaje directo en la actividad. Eso quiere decir que los líderes deberán tomar la iniciativa de asesorar, cuidar y preparar a más mujeres, dice Laura Sachar, fundadora de StarVest Venture Partners in Nueva York, un fondo que se propiedad de mujeres estadounidenses.
fuente: Mercado