Hernán Herrera y Daniel Brown son dos empresarios chilenos con intereses en los sectores tecnológico, inmobiliario y educacional. Complementan sus currículos con varios libros sobre management, y su actividad como formadores y reconocidos conferenciantes. Juntos fundaron el Instituto para el Desarrollo Emprendedor, a través del cual han fomentado la creación de nuevos negocios en Chile, Brasil, Argentina y México.
Estos dos expertos en gestión son autores de La Guía del Emprendedor y Re-invéntate, dos éxitos editoriales publicados en España, EEUU y Latinoamérica por el sello Urano. Los dos creadores del portal Emprenden.com, en el que se ofrece formación gratuita a distancia a más de 100.000 personas que buscan desarrollar sus competencias laborales o empresariales, comparten con Universia-Knowledge@Wharton su experiencia trabajando con emprendedores de Latinoamérica.
Universia-Knowledge@Wharton: En Latinoamérica, ¿qué países son especialmente activos en la creación de empresas?
Hernán Herrera/Daniel Brown: No podemos decir que determinado pueblo es más o menos emprendedor que otro. De hecho, creemos que el espíritu emprendedor es esencial al ser humano y que, al igual que las semillas, su desarrollo dependerá básicamente de las características del terreno. En ese contexto, es muy interesante la pregunta, pues tiene que ver con las condiciones que entrega cada país para que su gente asuma una actitud emprendedora y tenga las habilidades y conocimientos necesarios para lograr sus objetivos.
Destaca, en primer lugar, Brasil, que posee, a nuestro juicio, el sistema de redes públicas y privadas de impulso a las nuevas empresas más poderoso de Latinoamérica. Un dato casi anecdótico, pero que sirve para visualizar lo anterior: existen más de 20 revistas de gran tirada especializadas en nuevos negocios.
Chile, que aun cuando no exhibe el dinamismo de los años 90, ha aprendido la lección de dar mayor protección a los negocios emergentes. La presidenta Bachelet creó un paquete de medidas orientado al llamado re-emprendimiento, que entrega las condiciones para que aquellos emprendedores que se vieron afectados por algún tipo de crisis vuelvan a intentar retomar el vuelo. Esto es particularmente interesante, puesto que un emprendedor que se atrevió y fracasó tiene un alto porcentaje de probabilidades de éxito en un segundo o tercer intento, gracias a la experiencia ganada. De hecho, Tom Peters en su libro Re-imagina dice que los fracasos son un capital que no se puede tirar por la borda.
En México, la mayor actividad emprendedora se puede sentir en el interior de las universidades, más que en el ciudadano corriente. Una gran cantidad de carreras, incluso aquellas humanistas y tradicionales como Derecho, tienen cátedras de emprendimiento. Tal vez uno de los casos más destacables sea el del Tecnológico de Monterrey, una de las universidades más importantes del continente, que ha realizado grandes inversiones para crear incubadoras para sus alumnos y para que todos sus programas de estudio se impregnen del espíritu emprendedor.
Pecaríamos en no aclarar que éstos son los casos que nos parecen más notables en este momento, pues creemos que en toda Latinoamérica se está produciendo una fuerte oleada para el desarrollo del emprendimiento y, extrañamente, destacan, a veces, los pocos países que se quedan atrás en este tema por razones de política profunda, como son los casos de Cuba, Venezuela y, en parte, Bolivia.
UK@W.: ¿Cuáles son las principales dificultades que se encuentra un emprendedor a la hora de poner en marcha un negocio?
H.H./D.B.: No creemos que las grandes dificultades se encuentren en la falta de capital, poco apoyo gubernamental o cosas por el estilo. Un verdadero emprendedor entiende que los límites y dificultades a su capacidad de creación están justamente donde él mismo los ha puesto.
La capacidad de emprender, generalmente, está asociado a un espíritu romántico y apasionado, sanamente ambicioso e innovador, lo cual es bastante acertado. Sin embargo, creemos que eso mismo es lo que juega en contra y, paradójicamente, pone las mayores dificultades a la hora de concretar las ideas.
El efecto son las dificultades y barreras que el emprendedor siente que tiene en su camino, la causa es la poca preparación, conocimiento y desarrollo de habilidades. Como decimos frecuentemente, se habla mucho de “Vamos que se puede”, pero más importante es el “Cómo se puede”.
Usted puede tener muchas ganas nadar en el mar, pero si no sabe nadar y se mete al agua, pueden pasar dos cosas: o su instinto lo saca adelante con muchas dificultades o, sencillamente, se ahoga. Por las estadísticas, sabemos que la segunda opción es la más frecuente, no sólo entre los bañistas imprudentes, sino también, lamentablemente, en el mundo de los negocios.
No por nada las cifras dicen que más de 85% de las nuevas empresas cierra antes de un año, cosa que nos parece impresentable si queremos generar una cultura emprendedora ¿Cómo solucionar lo anterior? Generando programas educativos simples y continuos, junto con la opción de que los emprendedores posean negocios “llave en mano” durante algún tiempo, lo que les permite tener experiencia real para escalar otros proyectos.
UK@W.: ¿En qué regiones se encuentran más obstáculos (y de qué tipo) para crear un negocio?
H.H./D.B.: Cuba, Venezuela y Bolivia, a los que nos hemos referido en la primera pregunta. Básicamente es por razones políticas.
K@W.: ¿Qué pasos tiene que dar un emprendedor desde que tiene una idea hasta que consigue ponerla en práctica? ¿Algún truco para acelerar los trámites?
H.H./D.B.: El primer paso es demostrar en la práctica que la idea es viable. Eso quiere decir que hay que crear un prototipo del negocio, un plan de actuación y ejecutarlo. El modelo de negocio se validará sólo si se producen las ventas en el volumen y la velocidad que se pronostique. Aquí, debe usarse toda la creatividad posible, pues la prueba debe ser lo más ajustada a la realidad que se pueda. Algunos dirán: “Para mi idea de negocio no es posible crear un prototipo”, eso creemos que es una excusa. Siempre hay una forma de crear un prototipo y venderlo.
En Estados Unidos, un empresario quería construir un spa para terapia con agua de mar. Difícilmente podría haber creado un prototipo del recinto… pero sí del modelo de negocio. Por lo tanto, invirtió en maquetas virtuales y contrató un espacio en un centro comercial. Se puso como meta inscribir a 1.000 socios, pidiéndoles una cuota de incorporación simbólica. El club necesitaba 200 socios para ser rentable, sabía que si inscribía a 1.000 lo más probable es que, una vez concretado el proyecto, sólo 500 respondieran pagando las cuotas. Si no había 1.000 inscritos el empresario devolvería las cuotas a quienes hubiesen pagado. Si había sobre 1.000 inscritos era evidente que se justificaban todas las inversiones. El principio es claro: economía de recursos, economía de esfuerzos y minimización de riesgos.
En el ejemplo anterior, ¿habría valido la pena hacer todos los trámites e inversiones sólo para darse cuenta que el plan de negocios no sirve? Cuando un modelo se valida a través de un prototipo, los trámites, la financiación y todos los recursos que falten serán mucho más fáciles de conseguir. Por eso, nunca se debe arriesgar lo que no se tiene sin haber probado la validez del modelo de negocio.
UK@W.: ¿Qué tipo de negocios nuevos son los que ofrecen mayores oportunidades ahora en América Latina?
H.H./D.B.: Definitivamente, los sectores turístico e inmobiliario son las estrellas que más brillarán en los próximos años. Hay gran espacio para la innovación y está llegando mucho capital para financiar esos proyectos. Salvo pequeñas excepciones, América Latina es un continente seguro para viajar, posee un patrimonio natural y cultural riquísimo que es tremendamente atractivo para europeos y asiáticos, que acaban de descubrirlo. En ese sentido, queda aún mucho por desarrollar, mucho campo para que los emprendedores creen nuevas propuestas. En el ámbito inmobiliario, éste también involucra al sector de la construcción, en donde se puede ver a cientos de nuevas empresas aportando nuevas tecnologías, materiales, procesos, diseños, conceptos, etc.
UK@W.: En su nuevo libro, ‘RE-Inventate’, que se acaba de editar ahora en España, defienden que la creatividad es la clave del éxito. ¿Puede reinventarse cualquier compañía o existen límites?
H.H./D.B.: Nuestro concepto de creatividad es un “método” para diseñar fórmulas que nos permitan lograr nuestros objetivos con los menores recursos, esfuerzos y riesgos posibles. Por esa razón, lo que llamamos innovación es la consecuencia de la creatividad, es la irrupción de una fórmula más eficiente que la que actualmente utilizamos. En ese sentido, no hay límite para reinventarse. Como decimos en el libro, todo dependerá de los propósitos que se tengan y la conciencia de las energías disponibles que se puedan utilizar.
Estamos convencidos que el concepto de “energía disponible”, que desarrollamos en nuestro libro La Guía del Emprendedor, es fundamental para comprender y realmente poner en práctica la creatividad. Pregúntese lo siguiente: ¿Cuánto vale 30 minutos de viento? Para muchos de nosotros, nada. Para la industria aeronáutica tendrá valor positivo si es viento de cola y valor negativo si es de nariz. Para la generación eléctrica, hoy también tiene un valor y, lo más probable, es que sigamos encontrando utilizaciones a una energía que está ahí y que sólo debemos aprender cómo canalizarla. La tesis de Re-invéntate es “descubra las energías.
Fuente: Universia-Knowledge@Wharton
Hola Marcelo!
Excelente artículo. Opiniones muy ciertas y muy bien fundamentadas.
Saludos!
Muy bueno.
Gracias Marcelo.
Saludos!!
Gracias Carlos
Saludos Marcelo: Excelente sitio… muy motivador. Muy buena información… Muchas gracias por publicar la entrevista.
Un abrazo
Hernán Herrera
Muy buen artículo, muy interesante.