Tony Soprano es uno de esos personajes de ficción que deja huella. Un mafioso inolvidable, un líder en potencia, un hombre capaz de emocionarse en la graduación de su hija y matar a sangre fría unas horas después.
Una mente inquieta con mucho que enseñar, un hombre lleno de miedos y contradicciones, pero a la vez osado y seguro de sí mismo, un pilar consistente de la vida de los que le rodean. Un empresario brillante de sucios negocios al que interpretaba magistralmente James Gandolfini y del que se puede aprender mucho como empresario, aunque parezca una locura…
“Hasta un reloj estropeado acierta dos veces al día”
La actitud es vital: hay que echarle ganas a las cosas, malo será que no hagas nada bien si pones empeño. Tony Soprano sabe que una de las claves del éxito es la actitud, saber cómo hacer las cosas, echarle ganas, esforzarse.
“No creas nada de lo que oigas, ni la mitad de lo que veas”
En el mundo de los negocios, como en la vida, no puedes fiarte de todo ciegamente. El marketing está ahí, los engaños también. Fíjate e los detalles, mira bien las cosas antes de firmar y comprometerte, no te dejes llevar sólo por palabras bonitas y una buena imagen.
“Una decisión equivocada es mejor que la indecisión”
Quien no arriesga no gana. Para el personaje interpretado por James Gandolfini no existe la opción de perder el tiempo eligiendo qué hacer, tiene claro que siempre hay que tomar una decisión porque de los fallos también se aprende.
“Los que quieren respeto, respetan”
Tony Soprano sabe lo importante que es estar bien rodeado, por eso cuida a todos los suyos y siempre pone una sonrisa por delante aunque después vaya a apretar el gatillo. Clientes, proveedores, empleados… todos ellos merecen el mismo respeto.
“Si puedes poner reglas, después puedes obedecerlas”
Hay que predicar con el ejemplo. Para Soprano, si creas normas, que sean unas que puedas cumplir tú también. Tanto en casa como en la empresa.
“Si quieres que algo suceda, hazlo tú mismo”
Las cosas no caen del cielo, ni puedes esperar a que los demás te solucionen la vida. La decisión y la confianza en uno mismo son vitales para progresar tanto en la vida como en los negocios.
“Me da igual que me tengan miedo. ¡Dirijo un negocio, no un p*** concurso de popularidad!”
Tony Soprano, de buenas, es un tipo genial, amigos de sus amigos y de sus empleados que, en esta ocasión, son prácticamente los mismos, pero sabe ponerse en su sitio cuando es necesario. Un jefe puede ser simpático, pero tiene que saber cuando imponerse.
“Tú creas tu propia suerte en la vida”
La suerte no viene a casa a buscarte, ni el dinero, ni los clientes… Todo hay que ganárselo, luchar por conseguirlo y por mantenerlo. Esta frase resume muy bien e el mundo empresarial: esfuerzo, lucha por sobrevivir en el puesto como él.
“No pagaré, sé demasiado sobre extorsión”
Aunque no sea ejemplar, este pensamiento encierra una valiosa lección: no hay nada como conocérselas todas y tener contactos. Tony Soprano lo sabe de sobra y por eso se puede permitir el lujo de pronunciar este tipo de frases.
«La próxima vez, no habrá próxima vez»
Una vez se puede fallar pero hay que aprender del error y no volver a repetirlo.