Una visita a la India a principios de los 70 iluminó la vida de William Drayton. La pobreza y las desigualdades alentaron en su corazón el sueño de un mundo distinto y, sobre todo, mejor. Además de en Luther King, Gandhi y el emperador hindú del siglo III a. d. C. Ashoka, quizá el profesor Drayton pensó en aquellos tatarabuelos de la especie que se lanzaron en busca del fuego y que tal vez fueron de los primeros emprendedores sociales de la Historia. Esa labor de apoyo a todos los que aporten una idea que conduzca a un mundo mejor, más justo y solidario es lo que ha reconocido el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación y Desarrollo concedido este año a Drayton.
-Para empezar, señor Drayton me gustaría que me hablara del Emperador indio Ashoka. ¿Quién era, por qué tomó usted su nombre para su proyecto?
-Ashoka fue un líder que unificó la India en el siglo III antes de Cristo. Inicialmente libró una gran batalla para unir una gran parte del sur de Asia pero después renunció a la violencia y dedicó su imperio a la tolerancia, el crecimiento económico y los proyectos sociales. Conocido por su creatividad, tolerancia y visión global, Ashoka dedicó su vida al bienestar social y al desarrollo económico de su pueblo. Actualmente, Ashoka es reconocido como uno de los primeros emprendedores sociales del mundo. En sánscrito, la palabra Ashoka significa ‘ausencia activa de tristeza’.
-¿Cuando empezaba alguien le dijo que era un iluso, un hombre de ideas utópicas?
-Con 19 años visité la India por primera vez. Lo que hasta entonces había sido un cifra, una diferencia de cien a uno en la renta per cápita, pasó a ser una realidad ante mis ojos. Con caras y nombres de personas que sufrían situaciones de miseria. A la vuelta de ese viaje pensé que debía hacer algo pero yo mismo me di cuenta de que un joven estudiante, recién salido de la facultad, no podía hacer mucho. De lo que sí me di cuenta entonces es de que lo que debía hacer era apoyar a las personas que ya estaban haciendo algo. Entendí entonces una máxima que no he abandonado. Que no hay nada más poderoso que una buena idea en manos de una persona emprendedora. Tardé en fundar Ashoka, algo que llegó cuando tenía 35 años, y lo hice tras adquirir una amplia experiencia en el mundo empresarial y de asociaciones.
-¿Qué es, en pocas palabras, un “emprendedor social”?
El emprendedor social es un emprendedor en su sentido más completo. Es alguien que provoca un cambio importante y sistémico para la sociedad.
Lo que hace que alguien sea un emprendedor social es que esa persona esté, desde lo más profundo de su ser, comprometido con el bien de todos. Y por tanto, también su trabajo.
-¿Qué condiciones debe reunir un proyecto para ser aceptado por Ashoka?
-Ashoka no apoya proyectos sino personas. Lo primero que intentamos hacer es asegurarnos de que esa persona y su idea tendrán un impacto en el sistema de su país e incluso a nivel continental. Nos preguntamos entonces ¿es una idea innovadora? ¿La persona que la está llevando a cabo es creativa y posee un temperamento emprendedor? ¿Tiene una ética incuestionable? ¿Puede esa idea ser imitada por otros? El proceso de selección de Ashoka es extremadamente riguroso.
Sabemos exactamente lo que estamos buscando. Se aplica un proceso de cinco pasos en el que participan diferentes personas del ámbito local e internacional. Como resultado, los Emprendedores Sociales de Ashoka en todos los continentes alcanzan el mismo nivel de impacto (más de la mitad han cambiado la política nacional a los cinco años del lanzamiento de sus proyectos) y conforman una red de iguales.
-El mundo en que vivimos generalmente está gobernado por un capitalismo salvaje. ¿Eso favorece o dificulta el trabajo de Ashoka?
-Los Emprendedores Sociales y el sector social sufren unos sistemas de financiación obsoletos. Las fundaciones y las subvenciones públicas han sido las dos principales fuentes de financiación del sector social en el pasado. Hay una ola dentro del ámbito de la inversión social para el desarrollo del emprendimiento. Ashoka, de hecho, tiene un grupo especial centrado en promover y ayudar a que la inversión social florezca.
-¿En estos momentos de crisis mundial su proyecto de emprendedores resulta más interesante, más importante?
-La crisis financiera y económica refleja un mundo de instituciones rígidas que no pueden hacer frente a la situación actual. ¿Puede el mundo pretender regular un sistema financiero global a través de los organismos reguladores nacionales que operan siguiendo las leyes escritas en la década de 1930, la última gran crisis financiera? ¿Cómo vamos a escapar de estas viejas instituciones? El rápido crecimiento del emprendimiento es clave en la respuesta.
De hecho, nos hemos acercado tanto que ahora derribar los muros entre las empresas y la sociedad civil es práctico y produce enormes beneficios para el consumidor final, así como para ambos sectores: el empresarial y el emprendimiento social.
fuente: ABC