El coaching en equipos de trabajo forma parte de lo que denominamos coaching organizacional (que impacta en forma transversal en toda la empresa y niveles), y sirve para mejorar y pulir las asperezas que se dan en todas las organizaciones con el paso del tiempo, las rutinas y las situaciones conflictivas que se presentan siempre que trabajamos con personas.
Uno de sus principales objetivos es el de mejorar las relaciones, promover las mejores prácticas internas de comunicación, valores y cooperación, aumentar la motivación y elevar la productividad en un plazo de tiempo relativamente breve tomando acciones simples y concretas.
Al plantear la necesidad de implementar una intervención puntual o un programa de coaching de equipos, es necesario comprender la diferencia entre grupo y equipo: no por estar en la misma sección o en la misma empresa un grupo de personas se transforma automáticamente en un team funcionalmente proactivo.
También es fundamental determinar qué corriente de coaching se implementará, ya que de esto y de la experiencia del coach, dependerá el resultado que se obtenga. Hay escuelas que, en mi experiencia y como una opinión, no funcionan tan bien como otras en el ámbito organizacional. La sugerencia es que se busque una que genere resultados en tiempos cortos, y que estos logros puedan ser sostenidos en el tiempo. No todas las corrientes del coaching producirán este alcance.
Estas 5 distinciones ayudarán a comprender qué tipo de programa de coaching puede funcionar en tu empresa:
1. El coaching de equipos
Este es uno de los coaching más comunes en el ámbito de la empresa ya que siempre podemos optimizar la forma en que un grupo de personas se transforma en un auténtico focus team. Lo que se busca es que los miembros de un grupo tengan una actitud abierta hacia los otros miembros de manera que la comunicación fluya y la productividad aumente.
2. Coaching de liderazgo
Otra gran forma de propiciar el endo-coaching, es empezar a tratar con los líderes de cada sector. Un líder es alguien que va a tener la confianza suficiente como para tomar decisiones por si mismo, aunque con el ojo puesto en el objetivo de mejorar el equipo y el ambiente laboral
3. Coaching laboral
Muchas personas están bien calificadas profesionalmente pero cuando se suman a una empresa a veces no “conectan”. El coaching laboral que promuevas dentro de tu propia empresa puede enfocarse en hacer que las personas desplieguen esas habilidades en las que son profesionales. Que lo hagan libremente y sin ningún tipo de limitaciones. Eso permitirá que puedan aplicar todo su saber y experiencia de manera práctica y sin que se sientan limitadas.
4. Coaching en cultura organizacional
En este caso, el coaching se enfoca la cultura de la organización. En aumentar la productividad y mejorar aspectos generales del funcionamiento de la empresa y de los equipos que la componen. Tiene diversas aristas que pueden incluir todas las versiones anteriores. Además, es parte del coaching de las organizaciones, el identificar y modificar situaciones que son causa de malestares y desencuentros entre la visión de la empresa, la visión de los empleados y sus metas.
5. Coaching empresarial enfocado en habilidades
Una de las razones por las que muchas organizaciones no llegan a mejorar la productividad es porque les falta incorporar el proceso de adquirir las herramientas necesarias que necesitan para dirigir sus equipos y recursos humanos. Entre esas habilidades están la comunicación asertiva, las de comunicación de ideas y oratoria, así como también las de saber desarrollar con éxito un buen storytelling. Además, todo lo referido a habilidades de relacionamiento humano, feedback y dinámicas para optimización de proceso son esenciales para dar el giro humano que necesitan todas las organizaciones.