Invertir en criptomonedas puede ser interesante como aprendizaje y como negocio, pero el factor del riesgo está presente aún en el más prometedor de los proyectos
El enorme crecimiento que tuvo el Bitcoin en los últimos años, tanto en precio como en popularidad, atrajo la atención de una enorme cantidad de emprendedores e inversores dispuestos a apostar por nuevas oportunidades. El razonamiento es simple: a principios del 2012, 1 bitcoin valía 6 dólares, y hoy 1 bitcoin vale alrededor de 2.500 dólares (multiplicó por 416 veces o 41.600% en 5 años). A pesar de sus altibajos, están buscando crear el “próximo Bitcoin” e invertir en él desde su nacimiento. Cualquier parecido con la Fiebre del Oro de 1848, es pura coincidencia.
Oferta Inicial de Monedas o “Initial Coin Offering (ICO)”
El Bitcoin es apenas uno de los tantos productos -aunque el más famoso- que se desarrollaron utilizando un nuevo tipo de base de datos (que es lo verdaderamente revolucionario) que se llama Blockchain, o “cadena de bloques”, en referencia a la manera en que queda guardada la información de las transacciones. Todo nació como un simple juego, pero cuando vieron al Bitcoin como el sucesor del sistema financiero actual, el mundo entero comenzó a prestarle más atención.
La aparición misma de esta nueva base de datos Blockchain sirvió como disparador de miles de ideas que podrían revolucionar industrias enteras más allá de la financiera. Sin embargo, muchas de estas ideas hoy no pueden ponerse en práctica ya que, tal como fue concebida en su versión original, existen serias limitaciones técnicas que necesitan ser solucionadas antes de poder alcanzar su máximo potencial. En otras palabras: el concepto es excelente, pero su desarrollo actual es “insuficiente” como para poder llevar a cabo todas estas ideas.
Por eso, alguien pensó: “si pudiéramos desarrollar otra base de datos del mismo tipo que Blockchain, pero introduciendo algunas mejoras, entonces podríamos implementar otras funcionalidades, como contratos inteligentes, o hasta un nuevo tipo de bolsa de valores donde queden registradas todas las operaciones”. Y así fue.
En el año 2013 nació Mastercoin (ahora Omni) y, en el 2014, Ethereum, con la finalidad de desarrollar bases de datos mejoradas que permitieran más tipos de uso. Quienes aportaron el dinero, los inversores, recibieron a cambio las primeras unidades de la nueva “criptomoneda”, como por ejemplo “Ether” en el caso del proyecto Ethereum, esperando que algún día se aprecien tanto o más que el Bitcoin. A este proceso de lanzar una nueva moneda se lo conoce como “Oferta Inicial de Monedas” y se parece bastante a cuando las empresas hacen su “Oferta Pública Inicial” (o IPO por sus siglas en inglés) justo antes de comenzar a cotizar en la bolsa de valores.
No es mi intención echar más leña al fuego, pero para poner un ejemplo, durante su oferta inicial en 2014, el Ether se ofrecía a un valor de entre 0.3 y 0.4 dólares por unidad, mientras que este 19 de junio alcanzó un máximo histórico de 395 dólares por unidad. Una subida cercana a las 987 veces (o 98.700%) en 3 años. Esto, sin dudas, genera razones para entusiasmarse.
Con cada día que pasa nacen nuevos proyectos en los que usted puede invertir y recibir así las primeras “criptomonedas” que se generan. Si está interesado en hacerlo, puede utilizar cualquiera de los siguientes sitios:
Me permito hacer una aclaración: tiene que tener en cuenta que las inversiones se realizan utilizando Bitcoins -mayormente- o Ether. Y.. sí, para invertir en una moneda nueva, se necesita contar primero con una moneda “vieja”. Pero no se preocupe, puede conseguir Bitcoins utilizando su cuenta de Ripio (o crearse una de manera gratuita si es que todavía no la tiene) y comprándolos a través de Pago Fácil o por transferencia bancaria.
Los cuidados de siempre
Sin dudas, estas nuevas tecnologías están introduciendo cambios disruptivos al sistema financiero de hoy. Desde ahora, ya nada será igual. Sin embargo, no cualquier moneda va a repetir o a superar la performance del Bitcoin o del Ether por el solo hecho de ser prometedora, así como muchas empresas de internet no sobrevivieron a la crisis de la Burbuja.com del año 2001.
Por tanto, es probable que muchas de las criptomonedas que hoy nacen, dejen de existir en poco tiempo, que otras batan récords, y que se den situaciones que hoy no podemos predecir. Aún así, podemos ser parte de este cambio con los debidos cuidados.
Al respecto, Wenceslao Casares, fundador de Xapo -compañía que permite tener una tarjeta de débito VISA internacional ligada a una cuenta de bitcoins-, compartió un interesante artículo sobre “Por qué tener Bitcoins”, Wenceslao resume:
«[Creo que] hay un 50% de probabilidades que el Bitcoin valga más de USD 1 millón en la próxima década,
…. pero [considero] que hay un 20% de chances de que falle completamente, por tanto debe invertir solo tanto como esté preparado a perder»
Todo lo bueno de lo nuevo, no elimina lo malo de los riesgos. Invertir en criptomonedas puede ser interesante como aprendizaje y como negocio, pero el factor del riesgo está presente aún en el más prometedor de los proyectos. Con eso en cuenta, ¡le deseamos una excelente experiencia!