O mejor dicho, solo moviendo mi dedo para hacer clic en el Mouse de mi computadora. Hoy, gracias a los Fondos Comunes de Inversión internacionales es muy fácil canalizar mis ahorros a inversiones de todo el mundo. Con un monto mínimo muy bajo, bajos costos y de una manera fácil, cualquier inversor puede apostar al crecimiento de las empresas más importantes del mundo.
“Hay que diversificar” es una de las frases más oídas en boca de los analistas financieros. La pregunta es cómo hacerlo. Lo ideal sería tener bonos, acciones de diversos países, distintas monedas y otros activos. Pero es imposible lograrlo con poco dinero, por los altos costos que cobran los bancos. Esto no significa que deba quedarse con sus ahorros debajo de la cama.
Una opción son los fondos de inversión. La sola mención de esta alternativa provoca ataques de pánico en muchos argentinos por la falta de información. Uno de los temores más frecuentes es tener que dejar en manos de un extraño el manejo de su dinero. Si bien es una realidad, están administrados por expertos que buscan un mejor rendimiento para su empresa y los inversores.
Opciones para todos
Un mito popular es que sólo pueden invertir en estos instrumentos los que tienen mucho dinero. Es falso. Se necesitan entre 500 y 1000 pesos para hacerlo en la Argentina. Los requisitos que se piden son mínimos: tener documento, ser mayor de 21 años y poseer una cuenta en la entidad en la que se van a colocar los ahorros. Si no deberá abrir una.
A su vez, están libres de aranceles de ingreso o salida, a diferencia de lo que ocurre en el extranjero donde se recarga entre el 3% y 5% (para clientes offshore). También, cuentan con beneficios impositivos: pueden ser deducidas del impuesto a las ganancias y están exentas del pago de IVA y ganancias. En cambio, están gravadas con Bienes Personales.
Las opciones que se ofrecen en el país podrían dividirse en dos grupos: nacionales y extranjeras. En el primero, se encuentran fondos de acciones argentinas, de plazos fijos, de bonos de empresas locales y otros que mezclan todas las anteriores.
Quienes opten por esta alternativa estarán focalizando sus inversiones directamente en el país y las realizarán en pesos. Si bien ofrecen rendimientos tentadores, también sufren los sobresaltos provocados por la coyuntura político-económica.
Si se intentan evitar los riesgos que implica el mercado argentino, existe una segunda opción: fondos que invierten en acciones de empresas estadounidenses, europeas o asiáticas. La variedad es menor que la anterior (muchas entidades carecen de estos instrumentos) y se puede colocar el dinero tanto en pesos como en dólares.
Conceptos errados
Quienes optan por estos fondos lo hacen frecuentemente para evitar los riesgos que implica invertir en activos argentinos. Esta podría ser una decisión correcta si no fuera por que omiten un paso importante: informarse sobre dónde están colocando el dinero.
Estados Unidos y Europa son considerados “seguros” en la creencia popular. Al menos, lo son más que la Argentina. No todo es tan así. Un bono del Tesoro estadounidense o de la corona inglesa es un instrumento de los más confiables del mundo. No ocurre lo mismo con las acciones. Allí, es donde la mayoría se equivoca.
Una solución es informarse. Primero debe tener en claro que tipo de inversor es, luego qué riesgo está dispuesto a correr y, por último, averiguar más profundamente sobre las operaciones que realiza (cartera de empresas, rendimientos de los últimos tiempos, etc.).
Igualmente, nunca tendrá el futuro asegurado.
Las personas que optan por las acciones buscan mejorar la rentabilidad de su cartera en un plazo menor al que lo haría con un bono. La regla del mercado es clara: a mayor rendimiento mayor riesgo. Para evitar esto, hay que diversificar e invertir una parte del dinero en diferentes alternativas.
De cualquier forma, es imposible evitar el riesgo argentino en su totalidad. Estos fondos tienen la mayoría de sus activos en el mercado local, a pesar de estar focalizados en el extranjero. Esto se debe a una reglamentación impuesta por la Comisión Nacional de Valores que los obliga a tener en su cartera como máximo el 25% de sus papeles fuera del país y el 75% restante en CEDEARs.
Los CEDEARs son certificados que representan acciones del exterior. Por lo tanto, cuando suba una acción, sube el CEDEAR. Es una interesante forma de invertir en el exterior sin sacar el dinero del país.
Como pasaron los Fondos la crisis
Como inversor usted se preguntará como pasaron los fondos de inversión la última crísis económica provocada por la salida de la convertibilidad y el default. Para responder esto es importante aclarar que los fondos en si no son un activo financiero. Los fondos son un vehículo para acceder a otro activo financiero. Por lo tanto, los diferentes fondos reaccionaron de acuerdo a como se desempeñaron los activos en que estaban invertidos.
Los Fondos de deuda pública sufrieron grandes pérdidas como consecuencia de la pérdida del valor de los bonos producto de la cesación de pagos. Los fondos de acciones argentinas en primera instancia sufrieron grandes pérdidas, para luego recuperarse fuertemente. Y los Fondos de Acciones internacionales tuvieron un desempeño de acuerdo al desempeño de cada uno de los mercados donde invierte cada fondo.
En conclusión, los Fondos como vehículo pasaron con éxito la crisis. La moraleja que nos queda como inversores, es que cuando decidimos invertir en un fondo tenemos que tener bien en claro en que estamos invirtiendo.
Federico Tessore. Director de Inversor Global
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