Una de las figuras que más relevancia ha tomado en el mundo de las inversiones de capital son los ‘ángeles’. Se trata de individuos que dispuestos a tomar grandes riesgos, inyectan capital a empresas recién constituidas o por constituirse, con miras a obtener grandes rentabilidades. Aunque parezca extraño, son personas con un talento natural para confiar en la creatividad de empresarios en búsqueda de recursos para edificar sus sueños.
Cualquiera pensaría que este gremio de ‘irresponsables’ no cuenta con muchos afiliados, pero la evidencia muestra lo contrario.
Según el Small Business Administration de los E.U., entidad encargada de la promoción empresarial, existen en ese país cerca de 250 mil ‘ángeles’, que financian anualmente más de 30 mil empresas.
Algunos estudios especializados muestran que durante el año 2007, estos inversionistas aportaron a empresas emergentes cerca de 26 mil millones de dólares en E.U. De acuerdo al Center for Venture Research, el 27 por ciento de las inversiones realizadas se orientó al sector de tecnología, el 19 por ciento al sector de servicios y equipos en salud, mientras el 12% se orientó al sector de biotecnología.
Como si fuera poco, estos inversionistas representan la principal fuente de capital semilla para el desarrollo empresarial en la principal economía del mundo. ¿Pero quiénes son los ‘ángeles’? Según estudios realizados, se trata de personas cercanas a los 50 años, con un capital promedio de 750 mil dólares y un ingreso anual de no menos de 90 mil. Sus aportes de capital varían entre los 20 y los 100 mil dólares, y esperan un retorno anual promedio del 26 por ciento, al momento de invertir. Sin embargo, se trata de seres con una gran pasión por el riesgo, pues una tercera parte de sus inversiones termina en pérdidas.
Los tipos de ‘ángeles’ también son importantes. Según el Centro de Emprendimiento del MIT (Massachusets Institute of Technology), existen cuatro especies. Los ‘Guardianes’, quienes aportan dinero y conocimientos tanto gerenciales como del sector en el cual opera la empresa. Los ‘Emprendedores’, que vienen de otros sectores, pero saben de gestión empresarial. Los ‘Operacionales’, quienes tienen experiencia sectorial, aunque muy poca en empresas emergentes. Y por último, los ‘Financieros’, quienes simplemente se dedican a aportar recursos.
La relevancia de los ‘ángeles’ radica en su vocación de incubar empresas para ser vendidas tanto a fondos de capital de riesgo tradicionales que invierten en empresas ya consolidadas, como a empresas que operan en el mismo sector. En Europa, los ‘ángeles’ han crecido y sus inversiones ya superan los 1.000 millones de euros por año. En América Latina, el sector es prácticamente inexistente, y solo países como Chile, Uruguay y Costa Rica han emprendido acciones regulatorias que estimulen este tipo de capital.
Hoy en día, gracias a estos individuos, muchos de ellos asociados en fondos, se están desarrollando sectores estratégicos. El famoso capitalista verde, Vinod Khosla, se ha convertido en promotor de empresas, que inclusive en el papel y sin siquiera estar constituidas buscan innovar en combustibles alternativos y eficiencia energética. De otro lado, no hay que olvidar que Google nació entre otros, gracias al aporte semilla de 100 mil dólares, realizado por Andy Bechtolsheim, cofundador de Sun Microsystems.
En lugar de lamentar la ausencia de ‘ángeles’ en Latinoamérica, hay que invocarlos, y el principal punto de partida está en la legislación tributaria, pues al igual que en otros países, hay que incentivar, al menos durante un tiempo, a quienes estén dispuestos a no desamparar a los emprendedores ‘ni de noche ni de día’.
Fuente: Portafolio.com