Grabr es una plataforma comunitaria online que conecta compradores que buscan artículos que no se consiguen o que son muy caros en sus países, con viajeros que se ofrecen a comprarlos y entregárselos en el domicilio.
Nací y crecí en Rusia, pero también he vivido en Europa y América del Norte, con muchos viajes intermedios. Las culturas del mundo y las lenguas extranjeras siempre me han fascinado.
Luego de haber vivido en 8 ciudades diferentes, mi marido, Artem Fedyaev y yo, fundamos Grabr al darnos cuenta de que extrañábamos diversos productos que habíamos disfrutado en esos países y que no podíamos encontrar en nuestro nuevo hogar, San Francisco.
Notamos rápidamente que no éramos los únicos a los que nos pasaba eso y, sumado a nuestra pasión por los viajes, tuvimos la idea que dio como resultado la creación de Grabr.
Nuestro principal objetivo con Grabr era construir una comunidad de compradores y viajeros conectados globalmente, donde una persona esté ayudando a otra persona. Para muchos, simplemente pedir un artículo online no es posible e incluso cuando un artículo está disponible, las tarifas de envío a través del país generalmente son caras. Otros artículos tienen precios altísimos o solo se encuentran en ubicaciones específicas y únicas. Al conectar a los compradores con los viajeros que ya van por su camino, estamos resolviendo este problema. Grabr no solo le da la oportunidad de comprar en todo el mundo, sino que también les permite a los viajeros sacar provecho del espacio vacío en sus valijas.
Nuestra plataforma, que está disponible para iOS y Android, funciona así: el comprador busca el producto que quiere en cualquier sitio internacional (Amazon.com, ebay, o tiendas online de cualquier marca). Luego copia el enlace del producto deseado y lo pega en la aplicación de Grabr para crear el pedido. De este modo todos los viajeros que tengan viajes programados hacia la ciudad desde la que se hace el pedido, reciben alertas para ofrecerse a entregarlo. Cuando el comprador recibe una oferta de entrega, en el caso de aceptarla, realiza el pago del valor del producto + la recompensa solicitada por el viajero + una comisión por uso del servicio. La compra es totalmente segura y los usuarios cuentan con sistema de reputación para comprobar su confiabilidad.
La inversión
Inicialmente, comenzamos con una inversión de 500 mil dólares, que reunimos con capital propio, familia, amigos y algunos inversores. En febrero de 2015, dimos nuestros primeros pasos, diseñando y proyectando la plataforma.
Con nuestra versión beta que lanzamos en enero de 2016, alcanzamos más de 50,000 usuarios y logramos un crecimiento en ventas mensual de 30% en esa primera etapa. Ahí comenzamos a crecer rápidamente, y nuestro equipo pasó de 3 personas a 12, divididas en dos oficinas: Moscú y San Francisco. Sin embargo, durante esas primeras etapas tuvimos que sortear varias barreras: confianza, malos entendidos, barreras idiomáticas y, sobre todo, cómo armar la estructura de pagos.
En estos años, hemos logrado recaudar más de $14 millones de dólares de inversores como Foundation Capital, Signalfire and Founders Fund y tenemos más de 1 millón de compradores y viajeros inscriptos alrededor del mundo.
Nuestros planes a futuro son seguir creciendo en nuestros mercados principales y abrir nuevos mercados en Latinoamérica.
¿Un dato de color? Yo misma, como viajera, he entregado más de 200 artículos alrededor del mundo, desde lápices de colores hasta cámaras de fotos, pero mi experiencia favorita es entregar juguetes a niños. Me siento como Papá Noel.