Aquí les presento tres herramientas no tangibles que todo emprendedor necesita
“Hay muchas malas razones para empezar una empresa. Pero solo hay una buena razón y creo que sabes cuál es:
para cambiar el mundo” Phil Libin
El ser emprendedor implica, una dosis importante de valentía para lanzarse a lo desconocido. Pero ser valiente por sí solo, no alcanza.
Emprender es ir más allá de lo establecido, salir de lo común. Tratar de ver y de entender qué necesitan las personas, como mejoramos sus vidas, su trabajo, su día a día.
Quien emprende, no lo hace no solo para ganar dinero extra, sino porque siente que puede aportar algo, una perspectiva diferente, que puede hacer lo mismo pero de otro modo.
El emprendedor quiere cambiar el mundo que lo rodea, la pregunta es ¿qué es lo que en verdad necesitamos los emprendedores? ¿dinero? ¿un contador de confianza? ¿un crédito con baja tasa de interés? ¿colaboradores comprometidos? Si, necesitamos todo eso y más.
Aquí les presento tres herramientas no tangibles que todo emprendedor necesita:
VISIÓN
La Visión es el inicio, el empezar por el principio. Sin visión no hay emprendimiento. ¿Cómo se define la visión? Manifestando una imagen ideal emprendimiento, es fundamental proponerla por escrito, para que todos quienes participan del proyecto sepan cual es el futuro a compartir y por el cual hay que trabajar.
La visión es planteada por el emprendedor que le da forma al proyecto, o sea la persona encargada de dirigir la incipiente empresa. Ya definida la visión, cada meta y objetivo se plantea en función de alcanzarla.
CONFIANZA
Me refiero a la confianza entendida como buena voluntad. Quiere decir que tenemos ciertas expectativas, sobre el proceder de las otras personas que integran el emprendimiento. Sobre todo, que esa confianza nos permite llevar a cabo las acciones necesarias para el crecimiento, desarrollo y materialización o concreción de la visión.
COMPROMISO
Es un acuerdo tácito entre quienes integran el emprendimiento. Pues hay entre ellos una identificación con los valores y la visión de la empresa.
Puede darse en forma de comprensión, desde los inicios del emprendimiento, del desarrollo presente y del futuro de la empresa.
Cada una de las personas que integran el emprendimiento, en calidad de colaboradores, trabajadores y demás, se sienten vinculados, pues han invertido esfuerzo personal, tiempo y recursos dinerarios. Se comprometen porque abandonar el proyecto, antes de que genere un resultado sería reducir las propias oportunidades de crecimiento.
