Mantener una relación a distancia es difícil, aunque gracias a las nuevas tecnologías nos podemos sentir muy cerca de la persona amada. Emails, webcams, teléfonos, Whatsapps… el contacto intelectual puede ser constante y muy reconfortante. Pero está la necesidad de contacto físico. En una universidad hicieron una prueba con un monito huérfano. Le pusieron dos robots que podían amamantarlo, uno con una cubierta de peluche que daba cierta cantidad de leche, y otro, recubierto de metal, que daba más leche que el anterior. El monito eligió al de peluche. De esta acción, entre otras muchas cosas, podemos deducir que el monito era friolero.
Para ayudarnos a sobrellevar la lejanía ya vimos los besos online, pero ahora tenemos los Kissengers (Kiss+Messenger), unos cerditos besucones que conectados al USB de la computadora reproducen los besos que le son dados al otro cerdito. Parece que la idea inicial es un tierno besito de buenas noches y tal vez unos arrumacos, pero se empieza con unos besitos y ya sabemos como se acaba, si no que le pregunten a la Paris Hilton. Seguro que la cerdito se acaba convirtiendo en un burro y la cerdita en un conejit.
Ahora cuando digas «Voy a besarme con la cerda de mi novia», la gente no sabrá que pensar.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=oSckuNlzQdM
fuente: No Puedo Creer