Es improbable que una compañía alcance un destino deseado, si no cuenta con un objetivo bien formulado y un método articulado para hacerlo. Por otra parte, si la empresa carece de un liderazgo establecido, a sus divisiones les faltará no sólo el alineamiento necesario para alcanzar el objetivo, sino el medio para alterar la estrategia en caso de que algo impredecible ocurra.
Michael Useem. Profesor de Management y Director del Center for Leadership and Change de la Wharton School.