El discernimiento es un componente infaltable en todo emprendimiento. Ya sea que emprendas un nuevo día, un negocio, un servicio social, una familia, una carrera, lo que emprendas debe estar impregnado por la capacidad de discernir.
Esta capacidad no es un don de unos pocos sino un componente que todos y cada uno de nosotros lleva incorporado. Solo que algunos pocos conocen su valor y lo usan, y otros (la mayoría), no.
Discernir puede ser la frontera que separa el éxito del fracaso, la alegría de la desilusión y también es un escudo muy potente que nos protege de nuestras debilidades.
Y como estoy convencido que el discernimiento es la herramienta más eficaz que tenemos para ver la realidad oculta tras las apariencias, comparto este cuento indio que pone de relieve su importancia.
“Todos sabían que un contrabandista. Era incluso célebre por eso. Pero nadie había logrado jamás descubrirlo y mucho menos demostrarlo. Con frecuencia, cruzaba de la India a Pakistán a lomo de su burro, y los guardias, aún sospechando que contrabandeaba, no lograban obtener ninguna prueba de ello.
Transcurrieron los años y el contrabandista, ya entrado en edad, se retiró apaciblemente a un pueblo de la India. Un día, uno de los guardias que acertó a pasar a pasar por allí se lo encontró y le dijo:
– Yo he dejado de ser guardia y tú de ser contrabandista. Quiero pedirte un favor. Dime ahora, amigo, qué contrabandeabas
Y el hombre contestó:
– Burros
Feliz semana, felices emprendimientos, feliz vida para todos.
Marcelo Berenstein
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Ja,ja!!. Yo conocí otra historia en Clorinda frontera con el paraguay, que también cruzaba todos los días con una carretilla, cuando se retiro un Jefe de Gendarmería, también retirado le pregunto que contrabandeaba y el respondió: Carretilla.
Feliz semana. Hector
muy bueno! ..estas cosas pasan por nuestras narices ,diariamente ..jaja!