Uno de los grandes sueños de todo emprendedor es abrir su propia empresa y lograr vivir de ella. Sin dudas, esta es una decisión que requiere de mucho coraje, no sólo para lanzarse a materializarla sino también para asumir el riesgo latente y posible del fracaso. Mucha más valentía requiere volver a intentarlo pero también es una señal de sabiduría práctica, pues las chances de triunfar crecen al tiempo que decrecen las variables del fracaso.
Re-emprender significa, por ejemplo, conocer las razones por las que el viejo proyecto no funcionó y reflexionar sobre las causas del fracaso e intentar aprender de la experiencia anterior. Requiere también aprender a rodearse de un equipo confiable y profesional y, fundamentalmente, aprender a conocerse a sí mismo, reconociendo y aceptando las propias limitaciones. Pero principalmente, una segunda oportunidad significa transmutar la sensación de fracaso.
¿Te suenan Henry Ford, Aristóteles Onassis, Howard Hughes, Steve Jobs o Lee Iaccoca? Ellos son testimonio de que segundas chances pueden ser lo mejor que nos puede pasar. Y si ellos pudieron, ¿por qué nosotros no podremos también?. Vamos por más..
Feliz semana, felices emprendimientos, feliz vida para todos.
Marcelo Berenstein
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Totalmente de acuerdo uno de los principales tropiezos que yo cometo,es el de no reiniciar el mismo proyecto analizando el por que no se dio,me tuviero que pasar varias cosas hasta que entendi primero que si el proyecto me gusta y si me gusta insistir hasta que se de,mirando cuales son los puntos malos que cometi e aprendido a detectar mis errores con el libro de Napoleon Hill,
saludos desde la cd. de Mexico
muchas gracias