Busca la diferencia. Llama la atención del público. ¡Sorpréndelo! Sal de los lugares comunes. Porque emprender fuera de las sendas marcadas por otros no sólo define el espíritu de los pioneros, sino también una estrategia inteligente para crear espacios de negocios sin competencia. Te contamos los pros y los contras.
En 1979 estallaba la bomba sonora. Camarón de la Isla publicaba La leyenda del tiempo, una auténtica revolución en el flamenco. Un disco que rompía esquemas. Sólo así se explica que la rumba que le daba nombre comenzase con unas palmas, para a continuación incorporar la guitarra eléctrica, la batería, el bajo y el teclado. Una mezcla instrumental inaudita en este género. Casi nadie lo entendió. Los puristas lo crucificaron. Se cuenta que algunas personas devolvían el álbum a la tienda, indignadas. En su momento fue un rotundo fracaso comercial. Hoy es considerado una obra maestra.
El episodio ilustra los riesgos de sorprender a un público, en ocasiones acomodado y con cierta aversión a todo aquello que se salga de lo normal. Trasladado al universo emprendedor, el planteamiento es idéntico. Pero centrémonos en las ventajas de apostar por un concepto donde la sorpresa es la llave para seducir al usuario.
SIN RIESGO NO SOMOS NADA
Dice Jordi Vinaixa, profesor asociado del departamento de Política de Empresa de Esade, que al proponer algo que el mercado no espera, la posibilidad de captar público es mayor. “Pero no sólo se trata de descubrir una necesidad nueva, sino que la gente la aprecie como tal”. Quien opte por este camino ha de saber que estará expuesto a una mayor incertidumbre. Además, decantarte por algo nuevo y llamativo te permitirá explorar un mercado virgen, si no en su totalidad, sí en buena parte. Una condición de pionero que te hará ir siempre un paso por delante de los rivales que vayan apareciendo.
CAPTAR EL INTERÉS
Relacionado con el punto anterior, el hecho de no contar al principio con una competencia directa ni definida te da la posibilidad de fijar un precio alto, como explica Ruth Nash, profesora del Executive MBA de Online Business School (OBS) y EAE. “Eso sí, siempre que hayas logrado crear la demanda previamente, de tal modo que compenses el elevado coste de marketing invertido en el lanzamiento. La clave está en prolongar lo máximo posible ese instante de no competencia”.
Y recuerda que todo aquello que cruza los límites de lo estándar capta el interés de los medios de comunicación, las redes sociales y los blogs. Canales que, sin duda, contribuyen a dar a conocer y difundir el concepto de negocio entre la población. Y el reportaje que tienes entre manos es el mejor ejemplo de esta realidad.
CONVERTIR LO IMPREVISTO EN RENTABLE
Este es un primer apunte para sorprender en un mercado estandarizado, “donde el consumidor tiene determinadas sus preferencias y las marcas competidoras ya están consolidadas”, como señala Isabel Oller, directora del Grado en Dirección de Empresas de Campus La Salle-URL. “La clave está en la innovación focalizada en el consumidor. En este sentido, se requiere una profunda comprensión de sus actitudes y de su conducta”, continúa.
SIEMPRE ALERTA
El emprendedor ha de mostrar una capacidad de reacción especialmente acusada frente a imprevistos. “Trabajar con el factor sorpresa implica que es más complicado predecir la respuesta del público”, recuerda Vinaixa. “En este contexto resulta valioso contar con estructuras ligeras y moldeables, lo que pasa por disponer de un modelo lo más ‘líquido posible”, añade. Aplicado al ámbito inmobiliario, “significa que, frente a la compra, es mejor el alquiler de un local”.
Este espíritu entronca con lo que, a juicio de Vinaixa, ha de ser un plan de negocio: “Una herramienta flexible y diseñado de tal forma que se vaya ajustando a la realidad que dicta el mercado”. En idéntica línea, Nash opina que es fundamental apoyar este tipo de proyectos sobre una sólida base de investigación y planificación, pero con la vista puesta en preservar esa capacidad de reacción.
En cuanto al perfil de emprendedor llamado a agitar al usuario, Vinaixa esboza un retrato: “Alguien que ve la oportunidad, que va más allá de lo que intuye en un principio y que adapta los elementos que posee con el fin de ir creando un nuevo mercado”. ¿Te sientes identificado? Los emprendedores que a continuación relatan sus experiencias seguramente respondan con un sí a la pregunta.
GÁNATE AL PÚBLICO
La recompensa derivada de sorprender al público y, así, ganarse su favor es incalculable. Y no sólo en términos económicos, sino también en el plano personal al verse fortalecido nuestro orgullo emprendedor. Pero no olvidemos que desarrollar un negocio de esta naturaleza también presenta varios inconvenientes a superar:
– Esclavos de la innovación. No es algo negativo, pero ha de asumirse esta condición desde el principio. De lo contrario, habrá problemas. Nash afirma que tendrás la ventaja de estar por delante de cualquier rival. “Pero, al mismo tiempo, la desventaja de que cualquier idea buena atrae a imitadores que te superarán rápidamente, si dejas de innovar”.
– Aversión al riesgo. Nash asegura que el ser humano posee, a la vez, una curiosidad y una inconstancia con las cosas nuevas, “junto con una resistencia al cambio que el emprendedor ha de superar”.
Más y mejores recursos. De los puntos anteriores se deriva un mayor esfuerzo presupuestario, referido a cuestiones de innovación y de marketing. “En el horizonte, convertir algo desconocido en algo deseable”.
– ¿Una aguja en un pajar? Se precisa un esfuerzo adicional para identificar y localizar a los usuarios potenciales, proceso delicado, al dirigirnos, por lo general, a un público no masivo.
Soy un incomprendido. Se corre el riesgo de que el cliente no entienda la propuesta, hasta el punto de malinterpretarla o no apreciar su utilidad. Según Nash, “aunque tú lo veas claro, tus consumidores potenciales necesitarán ayuda para captar la idea”.
fuente: Emprendedores