Pero claro, no tuve oportunidad de anotarla y la olvidé. Y prometí que volvería. Y no lo hice porque no pude anotar el nombre del maldito monte, así que no sé dónde está.
Por suerte, las segundas mejores ideas se tienen delante de la computadora. No porque sea una musa, ojo, sino por una cuestión de estadística: después de siete horas mirando vídeos de caídas algo se te tiene que ocurrir. Y en ese momento es esencial que la Lámpara Bombilla USB esté con nosotros para alumbrar esa idea. Se conecta a la computadora mediante un cable articulado y nos hace compañía mientras gestionamos nuestros pensamientos y elucubramos un plan infalible para que el vecino pague nuestras facturas de la luz (ese es un ejemplo de segunda mejor idea; si estuviera en el monte habría concebido un plan para que el vecino se ofreciera a pagarme las facturas de la luz. Ah, malditos mapas).
fuente: No Puedo Creer