No es la primera vez que tenemos noticia de coches de bebés tuneados, es cierto, pero creo que esto es lo más extremo que se ha hecho hasta ahora. El coche también tiene un compartimento para guardar la cerveza por si la sensación de peligro no llega a ser la que uno espera.
Además, este carro de combate paterno-filial ha sido protegido con unas placas de lo que a todas luces parece adamantium, lo que nos asegura que el bebé no sufrirá daños en la próxima justa medieval entre padres-caballeros a la que nos presentemos. Realmente, Colin ha pensado en todo.
fuente: No Puedo Creer