Todo esto, por supuesto, sin contar con esos maravillosos especímenes humanos que se niegan a usar auriculares y nos hacen partícipes de su excelso gusto musical.
Pues bien, gracias al Relax Ally Travel Restband tendremos alguna posibilidad de conciliar el sueño. Es algo muy simple: una cinta que se ata al asiento e impide que los vaivenes del conductor conviertan el viaje en una tortura. La cabeza mantiene una posición erecta y eso, con ayuda de alguna amenaza previa al resto de viajeros, podrá, quizás, hacernos dormir.
Se me hace inevitable comparar el Relax Ally Travel Restband con la Almohada Avestruz. Posiblemente el camino hacia el sueño se encuentre en una mezcla entre ambas. No perdamos la esperanza.
fuente: No Puedo Creer