Señora emprendedora, señor emprendedor, ¿Creía que ya estaba todo inventado? ¿Creyó haber visto todo? Error.
Siempre hay en este mundo alguien más visionario, más capaz y también más veloz que la luz para hacer plata a costa de la credulidad.
Usted que se devora los programas de cable viendo las últimas tendencias decorativas creía, como nosotros, que el Feng Shui era un arte milenario que enseñaba como orientar el mobiliario para mejorar la energía hogareña y atraer abundancia. Lo que ambos no sabíamos es que un tal Yeung Tin Ming, un experto en las artes de manipular las energías metafísicas, creó un calzoncillo que trae armonía y protege contra los malos espíritus.
La ropa interior de la suerte es comercializada por la firma Life Enhance con base en Hong Kong que pretende llevar lo más profundo de la sabiduría china ancestral al mercado masivo de las bombachas y los calzones. «Nuestro maestro de feng shui dice que algo de buena suerte en contacto con tu piel puede traer un equilibrio espiritual y no hay nada más pegado a uno que la ropa interior», dijo Amy Law, vocera de la empresa, mezclando las sutiles cumbres de la religiosidad con el mercantilismo más mundano.
Dejamos la inquietud para que algún emprendedor místico y textil se anime y le gane de mano a Ludovica Squirru.