Un slogan de una gaseosa decía, “La imagen no es nada, la sed es todo”, y lo que hacía con esa publicidad era exactamente generar una imagen para la marca.
Es que no es descabellado pensar que todo empresario quiere que su marca se conozca, pero quizás es más importante que se reconozca. Es decir, que al ver de lejos un producto, o ver los colores o el packaging o las etiquetas, o el logo; un consumidor pueda inmediatamente asociarlo a la marca.
– Es decir –> Punto 1: la imagen me aloja en la mente del cliente.
De la misma forma, si seguimos con el ejemplo de la gaseosa, evidentemente el slogan del cual hablamos, hacía clara referencia a algún concepto sobre las gaseosas lima limón, e intentaba asociarse a gente despreocupada, o a los “menos populares”.
A la larga, la creación de una imagen, tiene que llevar inmediatamente a la asociación de esa marca que ya reconocemos, con una sensación, sentimiento, o experiencia.
– Es decir –> Punto 2: La imagen crea lazos entre el consumidor y sus sentimientos
Hace unos años, Coca Cola cambió su tradicional etiqueta roja con letras blancas, por una que presentaba unas burbujas, con algunos detalles amarillos entre las letras, y pagó por ello millones de dólares.
Al final de cuentas, tenemos incorporados dentro de nuestros mapas mentales, sensaciones, reacciones, y sentimientos, que provienen de nuestro sub consciente, y aparecen ante estímulos determinados.
El caso más específico, es la reacción a los colores. Algo azul es “fresco”, algo verde es “natural”, y algo rosa es “para mujer”.
La imagen de una marca, debe tener en cuenta que al momento de exponerse a más de un receptor, las repercusiones serán generadas tanto por lo que transmite nuestro mensaje, como por lo que no transmite, sino que se desprende de la propia subjetividad del receptor.
– Es decir –> Punto 3: La imagen debe atender en detalle, los aspectos estéticos.
Con esos tres factores, podemos comenzar a desarrollar una imagen de marca, simplemente porque de cada uno se irán disparando aristas que nos vayan llevando a la elaboración de la identidad de una empresa o producto.
Lo fundamental es crear una imagen acorde a lo que la empresa espera de su producto, lograr la asociación de los mismos con los consumidores, atendiendo tanto al mensaje evidente, como a la influencia subliminal.
En el proceso intervendrán diseñadores, psicólogos, especialistas en marketing, ingenieros, publicistas, directores; lo que nunca debemos obviar es la participación de la gente común, del consumidor, del personal de la empresa ajeno al proyecto.
Cuando se genera una imagen de marca, le ponemos tanto grado de complejidad al desarrollo, que lo terminamos entendiendo como algo complejo, y olvidamos que sin importar la cantidad de datos, análisis, estudios y modificaciones tenga detrás, el consumidor reduce la imagen de la marca a la más básica de las interpretaciones, y sobre esa decide su consumo.
– Es decir –> Punto 4: La imagen debe satisfacer al consumidor, no al empresario.
Autor: Lic. Jorge Asad Elías. Licenciado en Administración de Empresas, recibido en la Universidad Nacional de Tucumán. Actual Gerente comercial del Canal Mayorista de Emilio Luque (Tucumán). Creador del sitio www.ideasygestion.wordpress.com