De la reacción a la acción: claves para transformar tu mente

De la reacción a la acción: claves para transformar tu mente
por Dr. Horacio Krell*

La reacción atrae conflictos y puede generar rechazos. La proacción construye puentes, genera confianza con su entorno, y se orienta a mejorar y autoliderarse

El cerebro humano es un campo de tensión entre dos fuerzas opuestas: una conservadora, que se aferra a lo conocido y busca estabilidad, y otra innovadora, que persigue lo nuevo para adaptarse a un mundo en constante cambio. Esta contradicción no es un obstáculo, sino una oportunidad: cuando ambas fuerzas se armonizan, se incrementa la productividad y el desarrollo personal.

La fuerza conservadora automatiza conocimientos y hábitos para ahorrar energía, mientras que la creativa desafía lo establecido y busca mejoras. Sin embargo, cuando una predomina excesivamente, se generan dos tipos de mentalidades: la proactiva (PRO) y la reactiva (RE).

Las dos mentalidades: PRO y RE

El PRO construye puentes y genera confianza con su entorno. En cambio, el RE se enreda en conflictos y termina siendo evitado por los demás. Mientras que el primero está orientado a mejorar y liderarse a sí mismo, el segundo se deja arrastrar por sus impulsos.

Transformación: de RE a PRO

Si te identificas con un comportamiento reactivo, la buena noticia es que puedes cambiar. La clave es tomar conciencia y entrenar la mente para responder con inteligencia y no con impulsividad.

El Poder de la Educación y el Entorno

Ortega y Gasset afirmaba que «el hombre es él y sus circunstancias». Es decir, nuestro contexto influye en nuestra forma de pensar y actuar. La buena noticia es que también podemos modificar ese contexto a través de la educación y el autoconocimiento.

Las características personales no son fijas ni inmutables. Con entrenamiento mental, técnicas de pensamiento crítico y desarrollo emocional, es posible migrar de una actitud de reacción a una proactiva. No se trata solo de aprender datos, sino de adquirir herramientas para transformar la forma en que enfrentamos la vida.

Conclusión: Cambiar es posible. Sal de la zona de confort, desafía tus reacciones automáticas y conviértete en un creador consciente de tu futuro. Elegir ser proactivo no solo mejora tu rendimiento, sino que transforma tu entorno y genera impacto positivo en los demás.

*Dr. Horacio Krell. Titular de ILVEM – horacioKrell@ilvem.com
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