Buscan salvar los tesoros arqueológicos de Oriente Medio con 3D

“Hemos confirmado que el día 23 de agosto de 2015, Daesh (el Estado Islámico) hizo volar por los aires eltemplo de Baal Shamin, uno de los más importantes y mejor conservados de la ciudad antigua de Palmira”, afirma el director de antigüedades sirio, Maamún Abdelkarim. Dos días después, el grupo yihadista publicó las imágenes de la demolición, así como de varios hombres mientras colocan cargas explosivas en el interior. En los meses anteriores, ISIS había destruido la estatua del León de al Lat y otras ruinas grecorromanas de la ciudad. La UNESCO no tardó en calificar el desastre de “crimen de guerra”.

“Los motivos son básicamente ideológicos”, explica Adelkarim, “quieren borrar los restos de civilizaciones que no pertenecen al periodo islámico; pero también es propaganda, su intención es que los veamos como un grupo fuerte y poderoso; aunque fundamentalmente es una venganza, saben que Palmira representa una fase esencial en la historia del mundo y es fundamental para quienes trabajamos por la conservación del patrimonio”. Y así es, algunos arqueólogos creen que Daesh utiliza la ciudad milenaria para chantajear al régimen sirio y a la comunidad internacional.

Ante el gravísimo riesgo que corren los restos arqueológicos en una zona tan conflictiva, los investigadores de Oxford y Harvard explican en su carta que aspiran a inundar la región con millares de cámaras 3D de bajo coste para, con la colaboración de socios locales que se adhieran a este programa, grabar el mayor número de objetos de importancia histórica. El objetivo mínimo, reunir 20 millones de imágenes antes de finales de 2017.

«Palmira se ha convertido en el símbolo de la iconoclasia del Estado Islamista, dicen los investigadores: «Si dejamos al Daech demoler y volver a escribir la historia de la región que define la estética y la política de nuestras sociedades,  colectivamente sufriremos una derrota significativa e irreversible.» Los investigadores, sin embargo, siguen siendo optimistas: «Pero hay la esperanza. Al colocar los registros de nuestro pasado en el dominio digital, continuará npara siempre fuera del alcance de los vándalos y terroristas».

Para aprobar el plan de rescate arqueológico de dos millones de libras (unos tres millones de euros), los arqueólogos distribuirán cámaras 3D: «Queremos llevar a cabo una operación a gran escala en la forma más temprana y más amplia posible utilizando tecnología sencilla para obtener imágenes desde múltiples ángulos en una sola toma», dice Alexys Karenowska, un físico involucrado en el proyecto.

Gracias a las cámaras pequeñas, fáciles de usar y de menos de 20 libras (27,5 euros) cada una, cada pieza del patrimonio de la región sería filmada. Las imágenes serían enviadas a una base de datos en línea, accesible para los investigadores, el público en general, y también para la policía.

La iniciativa podría servir para la lucha contra el tráfico de obras de arte, una de las estrategias utilizadas por el Estado Islámico para financiarse. «Si una persona vende un objeto alegando que fue adquirido en Siria en 1930, sabremos que éste no era el caso, porque conoceríamos que se situó en 2015 en una longitud tal y latitud cual», dice Roger Michel. Para cada objeto, el Instituto para el Estudio del Mundo Antiguo de la Universidad de Nueva York, que gestionará el sitio, conocerá los datos del GPS y el lugar de su descubrimiento.

Si fueran destruidos por Daech, los tesoros arqueológicos captados con cámaras 3D podrían ser reconstruidos gracias a la impresión tridimensional. Y para ello, los arqueólogos confían en la cooperación de los propietarios de impresoras 3D en todo el mundo.

Imprimalia 3D

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